El Granada femenino sufre pero cumple ante el colista

El Valencia engañó a los aficionados del Granada. Al menos, a los que siguen menos al resto de equipos de la Liga F. El cuadro de Cristian Toro, con tan solo tres triunfos en lo que va de campeonato –ahora cuatro–, no es el que era a principios de septiembre. Su clasificación, reflejo de su arranque pésimo, contrasta con el estado de gracia actual del equipo, revitalizado tras sus victorias recientes ante el Betis y el Madrid CFF. Dos alegrías para volver a meterse de lleno en la lucha por la salvación.

Con esa misión y sin absolutamente nada que perder, las ches se presentaron en la Ciudad Deportiva de un Granada ya salvado y que mira a la Champions League sin alzar demasiado la voz. Quizá ese hambre de más decidió la primera mitad, de claro dominio valencianista. Sandra Estévez sostuvo al equipo bajo palos, negándole el gol a Ana Marcos en varias ocasiones. No pudo hacer nada pasados los primeros veinte minutos ante un chut raso de la delantera, que recibió dentro del área tras un desajuste de la zaga.

El Granada mereció encajar, perdido con y sin balón. La presión asfixiante del Valencia en el centro del campo cortocircuitó las virtudes de Mingueza y Miku, con Edna cazando ratones con guantes arriba. El guion cambió sobremanera en la segunda mitad, con las granadinas metiendo sexta para enloquecer el partido. Así sorprendió la nigeriana a las primeras de cambio, que cayó derribada dentro del área por Browne. La colegiada Calvo Valentín no lo dudó y señaló la pena máxima, que transformó la capitana Lauri para dar vida a las suyas.

El Granada se activó en ataque,con múltiples llegadas por banda. Edna gozó por fin de balones con los que amenazar la meta de Canales, pero le faltó fortuna. El Valencia no se amilanó y peleó la victoria hasta el final con valentía, obligando a Sandra a estirarse hasta el final. Martí y Browne contaron con las oportunidades más claras, pero la armillera respondió con creces.

La ida y vuelta se apoderó del juego, con el viento jugando un rol protagonista. El golpe de gracia lo dieron las rojiblancas, con Alexia rematando a placer antes del añadido a pase de la muerte de Edna. El ángel no se agota.