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El Granada enseña los dientes en Eindhoven
PSV-GRANADA ·
El equipo remonta al PSV en el Philips Stadion en su debut en la Europa League, reponiéndose al tanto de Götze al filo del descanso con goles de Molina y MachísJueves, 22 de octubre 2020, 21:06
Aunque el Granada se vista con colores que mariden mal a instancias de la UEFA, sigue siendo el Granada. Ese equipo abnegado y pletórico, irremontable ... y remontador. Europa ya conoce su piel, a pesar del negro y el azul de su indumentaria, y lució su dentadura de colmillos afilados en Eindhoven. Se las prometía felices el PSV bajo el magisterio de Mario Götze, genio que trata de liberarse de la oscuridad del dique seco por estas tierras, autor de uno de esos goles que hielan la sangre al filo del descanso. Pero este Granada es pasional en su interpretación del fútbol, aunque pragmático ante cualquier adversidad. Jorge Molina, ungido para la cita de improvisto por la baja de Soldado, encontró la apertura para igualar el asunto y Machís compuso la parábola de la reacción definitiva. Hay fuego en la mirada de esta tropa de valientes, corajudos para responder, pétreos para guarecerse en el sufrimiento final.
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Este conjunto no para de dejar con la boca abierta a sus aficionados, que lloran ante el televisor por no poder estar con sus chicos de cuerpo presente. Estrangulan todos los adjetivos porque encuentran siempre el camino de salida ante cualquier atolladero. En su presentación en sociedad en la Europa League no quedaron dudas de su vigor. Primera aparición y triunfo, con remontada. Tres puntos ante el favorito del grupo. El supuesto favorito.
PSV Eindhoven
Mvogo; Dumfries, Baumgarti, Boscagli, Max; Sangaré, Götze (Viergever, m. 46), Hendrix; Ihattaren, Mauro Júnior (Madueke, m. 73) y Malen.
1
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Granada CF
Rui Silva; Foulquier, Germán Sánchez, Vallejo, Carlos Neva; Gonalons (Montoro, m .35), Luis Milla (Eteki, m. 81), Yangel Herrera; Antonio Puertas, Darwin Machís (Soro, m. 81) y Jorge Molina (Luis Suárez, m. 69).
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GOLES 1-0, m. 45+1: Götze; 1-1, m. 57: Jorge Molina; 1-2, m. 66: Darwin Machís.
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ÁRBITRO Felix Zwayer (Alemania): Amonestó al local Mauro Júnior (m. 45+3); y a los visitantes Jorge Molina (m. 45), Luis Milla (m. 45+2), Montoro (m. 49), Rui Silva (m. 92) y Luis Suárez (m. 95).
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INCIDENCIAS Partido correspondiente a la jornada 1 del grupo E de la Europa League, disputado en el Philips Stadion, a puerta cerrada para el público.
Seguramente Diego Martínez tenía un plan de partido en la cabeza con Roberto Soldado como titular, pero la Covid-19 le privó de emplearlo. En su descargo, el entrenador abogó por el delantero más parecido a sus características, Jorge Molina; más que el floreciente Luis Suárez, con el que va gestionando su aclimatación al entorno. Yangel Herrera retornó a la medular, pero Luis Milla se sostuvo en el lugar de Montoro, aunque el valenciano saldría antes del descanso por el percance sufrido por Gonalons. Con Machís por la izquierda, los nazaríes firmaron la primera llegada, con pies ágiles pero sin remate franco. Neva intentó que la acabara Puertas y Molina se retorció después, pero sólo pudo provocar una falta.
El PSV impone por su nombre pero es un conjunto en continua regeneración, como suele pasar cuando sale una buena añada en los equipos neerlandeses. Tiene un cuadro joven que insufla dinamismo en ataque, que ha enriquecido con la experiencia del alemán Mario Götze, uno de eso magos cuyo frac se ha hecho jirones por los problemas físicos. El campeón del mundo ha acabado en la Eredivisie pese a estar en edad de plenitud, con sólo 28, aunque quizás la elección no sea tan mala para recobrar las sensaciones que le llevaron a ser uno de los mejores mediapuntas de Europa. Los de Eindhoven juegan para él y lo potencian, con buen trato de balón, como le gusta.
Malen es uno de esos precoces artilleros que embisten con insistencia, aunque Rui Silva respondió bien a su primer intento. Daba continuidad el árbitro, Felix Zwayer, tolerando algunos encontronazos para no cortar el ritmo del encuentro. El estadio añoraba a sus fans en la grada, y a los muchos visitantes que habrían aterrizado seguro. Hubo que conformarse con una pirotecnia exterior que ensordeció a los protagonistas durante un rato.
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Pronto se contrastó que los locales se han agarrado al dictado de Götze, atento para interceptar y profundizar con pases afilados. Contestaba el Granada a la contra, por las dos orillas. Percutió Machís y casi acaba en la saca si Yangel afina un disparo impreso de potencia. Boqueaba Molina alrededor, desgastándose en la presión y las disputas.
No hay perdón en estas competiciones para los errores groseros, a veces tampoco para los menores. En una sucesión de pérdidas de Milla en tierra de nadie, Götze se colocó la chistera y movió la varita hacia Malen, que siguió sin precisar. En estas, Hendrix chocó con Gonalons y algo sonó mal en su rodilla, que se torció al engancharse los tacos de su bota en el césped. Los quejidos dictaminaron un dolor serio y obligaba al reemplazo inmediato. Salió Montoro a concurso. Milla dio un paso atrás para dar salida. Con estos socios en la media, Yangel revolvió con menos ataduras. Culebreó hasta ver a Puertas y a Machís le faltó una cuarta para rematar el centro bien. La derecha ganó importancia en un tuya-mía entre Puertas y Foulquier con envío a Montoro y volea que Mvogo espantó como una mosca, incrédulo el granadinista.
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Las alertas se rebajaron en el añadido del primer acto. Montoro sirvió una falta que Yangel volvió a imantar con su testa, pero el remate le pilló invalidado tras la retaguardia. Replicó el PSV con un envío largo que peleó Dumfries con Machís en vuelo, tocándole en la chepa más de lo conveniente, pero el colegiado no sopló el silbato y Götze se manifestó como un espíritu cambiando la batuta por una maza. Rui pestañeó y el balón ya estaba dentro. Sin VAR, no hubo revisión. Chocante que lo eludan en los primeros pasos de un torneo de este nivel.
Roger Schmidt guardó el tarro de las esencias de su paisano en el descanso y, sin Götze, los de Eindhoven menguaron. El gol parecía repeler a Jorge Molina, desafortunado en un rechazo tras una batalla entre Dumfries y Montoro que le botó como un conejo y no pudo patear. El error dejó perplejo al alcoyano, pero no decaído. El que peina canas sabe que las que se van, a veces vuelven.
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Antes del empate, el equipo demandó la segunda amarilla a Mauro Júnior por un manotazo a Neva, pero el árbitro germano no quiso desnivelar las fuerzas, ante el estupor de los vestidos de negro. La combinación engañaba, pero pronto se vio que era el conjunto de siempre. Precisó Milla al costado y Puertas templó un envío sin dejarla caer que Molina enganchó. Toda la dicha que le faltó antes la tuvo en ese instante. La pelota dio en el larguero y golpeó en Mvogo sobre la línea para entrar así en la tragona. También le valió al veterano punta para festejar.
Embotellaban los visitantes y hasta Foulquier dejaba ver el látigo. Era un Granada a gusto en su ritmo endiablado y su presión infernal. Fútbol colectivista pero con versos sueltos que desestabilizan la partitura rival. Machís se inyectó con veneno en la jeringa y puso la aguja en la misma escuadra. Una comba para voltear el asunto como con el Locomotive Tbisili. Se cabrearon los anfitriones y Malen buscó las costuras de Rui, pero este escupió primero la bola y la atrapó con suspense entre el poste y la raya. El luso sigue imperturbable.
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Mauro Júnior fue sustituido tras su tercer manotazo, y consiguiente indulto, y Suárez demostró poco después por qué le dicen el 'Bisonte' en una estampida a pase de Germán a la que llegó con vigor, tiró casi sin ángulo y saltó hasta la valla publicitaria, atlético. Se entraba en una fase de apretar la mandíbula, con acometidas constantes. Eteki y Soro aparecieron tras muchos encuentros sin actuar para que la escuadra no cediera comba. Vallejo lo barrió todo en una de sus actuaciones más convincentes y el PSV se sometió a la angustia lógica del que se siente desahuciado en su hogar. Este Granada intratable sabe cómo sacar de quicio a todo el mundo. Salvo el día gris con el Atlético, sólo se dejó un empate en Cádiz. Lo demás, una secuencia favorable que abruma con apenas dos meses de andadura del nuevo proyecto. Es para delirar, pero en ese vestuario nadie flaquea ni se desvía del camino.
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