El Granada encaja su organigrama
La subida de Juan Antonio Milla al filial ratifica la continuidad de Rubén Torrecilla en el primer equipo, que será hasta final de temporada si gana al Rayo
Jueves, 24 de marzo 2022, 00:00
La paz que aportó la victoria frente al Alavés ha permitido que el Granada vaya encajando su organigrama y que poco a poco abandone la ... provisionalidad en la que se había instalado tras la destitución de Robert Moreno. La subida al filial de Juan Antonio Milla, exfutbolista de la entidad y hasta ahora entrenador del Juvenil de División de Honor, obedece a una maniobra lógica con el fin de estabilizar los diferentes cuerpos técnicos. Los 'scouts' Roberto Cuerva y Julio Algar vuelven a sus funciones de seguimiento y ya no estarán al frente del Recreativo, con el que han sufrido dos derrotas seguidas. Milla es un plan más a largo plazo y esto corrobora la confianza en Rubén Torrecilla. Ya no parece que vaya a haber marcha atrás; la etiqueta de interino al frente del primer equipo está desapareciendo.
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Una victoria contra el Rayo Vallecano el 3 de abril despejaría cualquier duda al respecto. En las oficinas del club, la satisfacción es plena con el preparador extremeño y sus ayudantes, entre los que se encuentra otro exjugador, Diego Mainz, en un elenco en el que también tiene su papel el delegado Manolo Lucena, histórico capitán. Torrecilla está muy contento con la reacción del vestuario. Cree que ha conectado bien con el grupo y que está aumentando el rendimiento paso a paso. La intensidad con que el técnico gestiona los entrenamientos se percibe en el día a día. Ha involucrado a toda la plantilla disponible y ha tenido detalles afectuosos con quienes más lo necesitaban. El programa 'El Día Después' hizo un seguimiento de la actuación de Luis Suárez en Mendizorroza, desde el lamento por la ocasión que falló hasta el estallido de felicidad y reivindicación que supuso el gol del cafetero. Suárez lloró mientras sus compañeros, que le habían animado tras su fallo, le arropaban en la celebración. Torrecilla también la abrazó al final, con cariño.
No es el único al que el extremeño se ha propuesto a sacar del tedio. En el mismo partido, rehabilitó a Alberto Soro, al que intentó emplear de carrilero para luego recolocarlo como extremo, y apuró el final del encuentro con Yan Eteki en el centro del campo, valorando su brega para interrumpir las evoluciones del contrario con el empate provisional, que Suárez mejoró con su tanto.
Queda por comprobar qué proceso seguirá con dos de los fichajes invernales, Arezo y Raba, que de momento no han tenido minutos bajo su dirección. El delantero uruguayo estuvo a punto de ingresar al campo en Vitoria cuando tocaba remontar el 1-2, pero el empate de Puertas conllevó que, junto a Machís, entrara Eteki antes que Arezo. Al concluir el partido, Torrecilla también buscó al chaval para darle explicaciones. Encontró buena receptividad. Más complicado parece que Bacca vuelva a jugar, aunque no es un futbolista al margen. Otra cosa es que adquiera ritmo para entrar en la dinámica principal.
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Otra duda que planea es qué sistema táctico utilizará el entrenador. Apasionado del dibujo con tres centrales, puede que la lesión de Carlos Neva y, sobre todo, los buenos momentos del equipo con zaga de cuatro le lleven a apostar por un esquema alternativo. Torrecilla tiene sus preferencias, pero presume de no ser rígido. El 3-4-1-2 que él fomenta se ha instaurado en las categorías inferiores del club, visible en el filial, los juveniles A y B y hasta en cadetes. Pero la fórmula pasa con asiduidad al 4-4-2 o al 4-3-3. En función de los elementos disponibles, obrará la semana que viene, de cara al duelo con el Rayo en Los Cármenes.
Cuando llegó al equipo, la única certeza evidente era que el portero Maximiano estaba en plena forma. Es cierto que el portugués, en tierras vascas, tuvo que salvar un penalti y una acción previa en la que a punto estuvo de marcar en propia meta Petrovic, pero el flujo de llegadas ha disminuido en estas dos últimas jornadas. Torrecilla tiene una prioridad en frenar la sangría defensiva porque confiaba en que el talento reapareciera en ataque a poco que hubiera más solidez. En ello está, sea con la variante que sea en la retaguardia. Se percibe que varios futbolistas llamados a ser importantes están despertando. Domingos Duarte empieza a dar señales del central que fue, Milla firmó una actuación convincente y Machís aportó una pase de gol que le puede devolver la confianza perdida tras tanto tiempo con la cabeza en otra parte. Los veteranos han ejemplificado su compromiso. Podrán jugar mejor o peor, pero todos suman su experiencia hasta quebrar la terrible mala secuencia que arrastraba el conjunto. En la Ciudad Deportiva se respira mejor porque el parón ha llegado tras una gran alegría, pero todo tendrá que confirmarse cuando vuelva la Liga, momento para terminar de engrasar las piezas.
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