El Granada tiene aspectos que pulir para afrontar la Liga

El caso es que los rojiblancos tampoco ganaron en su tercer y último amistoso antes del arranque del campeonato. Cayeron por 2-3 ante unos sevillanos que sólo fueron mejores a ratos, pero que resultaron letales en varias respuestas. A los de Diego Martínez les tocó avanzar ante la intemperie. Sus mejores minutos llegaron tras el 1-1, hasta que el rival contragolpeó con pólvora. Antoñín maquilló el asunto justo tras el tercero de los de Pellegrini.

Si algo está ilusionando de la planificación de fichajes este verano es la reunión de centrocampistas que está propiciando la dirección deportiva. Diego Martínez recuperó a Yangel Herrera como ancla y le escoltó con Montoro, el presente, y Milla, el futuro. El equipo tomó cuerpo con los pretorianos de la temporada pasada, con Aarón bajo palos ante la ausencia de Rui Silva (que está con Portugal), y Germán y Vallejo de centrales. El gallego rearma su propuesta sobre un 4-3-3 que, por ahora, lanza por fuera a Fede Vico y Antonio Puertas a pie cambiado.

La primera parte arrancó fría, algo aturullada, incómodo Vallejo en la salida de balón, muy agazapado el equipo. Copó el esférico el Betis, pero la pose no sacaba de sus casillas a los rojiblancos, tercos cuando defienden. Soldado, rastreador en el fondo de Claudio Bravo, escarbó una acción desde la derecha. Insistió hasta lograr un centro que Vallejo dejó atrás y que sirvió a Milla para chutar de zurda, pero sin maldad.

Fue uno de los pocos aletazos del Granada en ataque. A partir de entonces, el Betis llegó más, bien por intención o por algún error del rival. Uno nació de un pase largo de Aarón que se quedó a medio camino, aunque el arquero valenciano remedió todo el peligro que le sembraron alrededor. Canales sacó el periscopio, pero el de los guantes estuvo vivo hasta en un mano a mano con Borja Iglesias. Impoluto hasta el receso, las flechas volarían después hacia su diana.

Faltaba finura en el trato de la pelota. La capacidad de respuesta bética parecía superior en los compases previos al descanso. Aarón blocó un tiro centrado de Canales y sacó puños en un córner. Yangel, todavía no acondicionado, sí asaltó el cuadrilátero del contrincante en un remate de cabeza a centro de Neva.

El árbitro empezó a incidir en el encuentro escamoteando algunas posibles infracciones, lo que enervó a los jugadores rojiblancos sobre todo. Había alguna cuenta pendiente, como pareció en una discusión entre Víctor Díaz y Tello, cada cual colocando en un sitio el balón a la hora del saque de una falta intrascendente.

Sin melodía llegó el entreacto y la percusión llegó justo después. El Betis hizo un mero cambio, Carvalho por Guardado, pero encontró la manera de progresar hasta el gol. Con varios toques aclaró una acometida en el balcón del área hasta que Borja Iglesias, como si fuera billar, metió el taco para descubrir la esquina de abajo de la puerta de Aarón.

El sopapo provocó la reacción rojiblanca, percutiendo por el lado de Neva y Puertas, aunque el empate llegó por el otro flanco, justo tras un centro pasado. Víctor Díaz le metió ácido y Montoro, espabilado ante Bravo, apareció para desvalijar al chileno, anticipándose. El primer tanto del Granada en esta pretemporada llevó la rúbrica de uno de los recuperados para la causa, tras un ejercicio con incordiosas lesiones.

Al Betis también le sentó mal la muesca enemiga y quiso contestar. En torno a la hora de encuentro, Diego Martínez decidió remodelar las lineas con Foulquier, Gonalons, Quini y Machís. Mismo dibujo pero Puertas como referente. Sin Jorge Molina, aún con coronavirus, ni otro fichaje, el almeriense es una alternativa en el ariete.

Borja Iglesias desafió el fuera de juego en una galopada con disparo cruzado y Tello tuvo un chut al palo. Hubo refrescos en el Betis y también saltó Azeez para que Montoro no forzara en exceso. Parecía que Puertas disfrutaba como delantero y Quini reverdecía laureles por el costado, tras meses lamentándose por el ligamento de su rodilla que se rompió. Cuando más aplicado parecía el conjunto, llegó una situación extraña. Tras un córner, el balón retrocedió hasta Joel, que había reemplazado a Bravo, y este precisó el despeje hasta un descolgado Canales. Su magistral control orientado le habilitó para atisbar a Bartra pidiendo el pase en el área. 1-2 para aguijonear al Granada en plena ofensiva.

Soro debutó con el '26' –lo que indica que muy probablemente tendrá licencia del filial aunque juegue siempre con el primer equipo– y también salió al rescate Antoñín, recién llegado de la Sub-21. Lo intentaron junto a un constante Machís, que quiso la responsabilidad con arrojo, pero en una pérdida en ataque del joven maño, el Betis salió al galope arrasando. Juanmi concluyó la carrera con el 1-3.

Los rojiblancos no se cruzaron de brazos pese a lo poco que quedaba y Antoñín, aprovechando un tiro de Machís mal escupido por Joel, puso el 2-3. Cayó el equipo, no ha ganado en esta preparación, pero ya se observan más fundamentos, que no es poco. Yangel disputó todo el duelo, Quini está recuperado y el resto va cada uno a su ritmo. Quizás necesiten más pólvora y volver a blindar el arco. El viernes, se verá frente al Athletic. Ya será fuego real. El resultado sí contará.