Gonzalo Villar regresa al Coliseum como el futbolista que nunca pudo ser allí

En el partido de la primera vuelta, en Los Cármenes, Gonzalo Villar marcó el gol del empate luego definitivo y lo celebró besándose el escudo. Era, además, su primer tanto con el Granada y lo aprovechó para escribir en sus redes sociales: «Gracias por devolverme la felicidad, Granada». «Me salió natural. Lo tenía muy dentro por haberlo pasado tan mal en estos dos últimos años», justificó el beso durante una entrevista posterior con IDEAL, incluyendo en sus pesares de las dos campañas anteriores también sus estancias en la propia Roma y en otro préstamo intermedio en la Sampdoria. «No me daban continuidad para demostrar lo que tenía dentro. Creo que se fue injusto conmigo», siguió. «Me pareció un acto de justicia poética y pensé que me lo merecía ante un equipo en el que a lo mejor pensaron que tenía ciertas debilidades o no las virtudes que buscaban. Tenía que demostrar que se equivocaron y me besé el escudo porque el Granada me está dejando ver que soy un jugador válido. Creo que nunca lo había hecho antes y no me arrepiento, porque fue espontáneo», añadió.

Tras aquel gol y aquella celebración, José Bordalás, el segundo entrenador que tuvo en el Getafe tras Quique Sánchez Flores, que fue quien pidió revalidar su cesión para una segunda etapa, tuvo un lapsus al aludir al tanto de su antiguo pupilo: «No estábamos teniendo problemas antes del gol de… lo diré… Gonzalo». Con él, en concreto, únicamente fue titular en el primer partido que afrontó a su vuelta al Getafe, una visita al Espanyol que se saldó con derrota. Aunque completó aquel encuentro, Villar solo tuvo minutos desde el banquillo en dos de las cinco jornadas de campeonato que restaban.

«No sé lo que pasará a partir de hoy, solo puedo agradeceros a todos por el tiempo que he estado aquí, y aseguraros que siempre que tuve el placer de estar en el campo defendí esta camiseta con todo lo que tenía dentro», se despidió Gonzalo Villar del Getafe en su momento, cuando aún ni tan siquiera estaba confirmada la renovación de Bordalás como entrenador. Nada que ver con su felicidad actual, más allá de la compañía de los resultados.

Aunque se perdió el primer partido con Alexander Medina por unas molestias físicas, en el Santiago Bernabéu, Gonzalo Villar mantiene su importancia en el equipo con el entrenador uruguayo y siempre fue titular en las jornadas siguientes. Aunque fue sustituido al descanso ante el descalabro frente al Sevilla en Los Cármenes, el murciano disputó prácticamente todos los minutos en los tres últimos encuentros. Contra el Atlético, orientado a banda izquierda sobre todo sin balón para luego acercarse a la base de la jugada con este. El lunes volverá al Coliseum con ganas de mostrar todo el fútbol que allí se perdieron.