Germán Sánchez siempre se levanta y recobra importancia

A Germán, por su edad (34), se le buscan alternativas cualificadas desde hace tiempo, pero siempre acaba como estandarte defensivo del equipo. En Primera, el fichaje de Domingos Duarte inclinaba a pensar que formaría dúo con otro joven, José Antonio Martínez, pero Germán fue quien se afianzó al lado del portugués. Tampoco la llegada de Jesús Vallejo varió en exceso su estatus. Con el maño hubo rotación, también en la siguiente campaña con el apretado calendario europeo, pero Germán siguió inasequible al desaliento. Participó en 50 partidos, 43 como titular.

En la actual temporada, ya con Robert Moreno, de nuevo se sopesaron alternativas al gaditano, que desde la llegada de Duarte se acopó al central zurdo. El peruano Luis Abram parecía llamado a ser el futbolista que fuera apartando de la titularidad a Germán, pero lo cierto es que de nuevo empezó como indiscutible. Solo se quedó fuera de la titularidad en el Camp Nou, donde entró en los últimos minutos, hasta el ostracismo que arrancó frente al Sevilla. El Granada ganó con Víctor Díaz y Abram y siguieron hasta el encuentro con el Levante.

Escarmentado de las debilidades mostradas en el juego aéreo, Robert Moreno invocó al de San Fernando frente al potencial de un viejo conocido, Roberto Soldado. Germán se comportó como suele: de manera expeditiva e impresionante por alto. Su capacidad por los cielos quedó ratificada con el primer tanto rojiblanco. Un gran cabezazo que allanó el encuentro para los rojiblancos.

Con el Espanyol, el duelo tuvo otras dificultades, pero estuvo muy atento al corte en todo momento. De hecho, poco se le puede achacar en los goles: una genialidad de Pedrosa y un fallo de marca de su compañero Víctor Díaz con Raúl de Tomás. Cuando tuvo que operar Germán, se mantuvo la compostura.

Los años no pasan en balde y es cierto que Germán va perdiendo algo de capacidad de reacción, que subsana con su excelente colocación. Sufre un poco cuando el equipo es demasiado retórico en la salida de balón desde atrás, sobre todo porque no es zurdo y trata de salir por ese perfil empleando su pierna derecha. No le gusta complicarse y, ante la duda, valora el desplazamiento en largo siempre que tenga un compañero abierto en la banda. Si los partidos se rompen y hay demasiado espacio, puede verse algo desbordado e interrumpir las acometidas del contrario con faltas, pero si la escuadra se mantiene ordenada y junta, apenas acusa problemas. Es una garantía en el balón parado.

Germán siempre se levanta y recobra importancia. En ausencia de Domingos, es un antiaéreo fenomenal. Moreno tendrá que decidir si abunda en la confianza a Víctor Díaz o si enclava a Abram. A Germán es complicado cuestionarlo ahora.