Granada CF

Gato con guantes

El problema ahora es huir de esta dinámica, solventar los estropicios de los últimos test en el futuro, cuando las noches de estudio se acumulan y los párpados empiezan a pesar

CHEMA RUIZ ESPAÑA

Lunes, 7 de diciembre 2020, 13:39

Para saber que este domingo hacía frío en Granada no hacía falta despegarse del radiador. Debió sentirse más en Los Cármenes, que suele acentuar esta ... sensación gélida. El invierno está llegando, y de qué manera para el conjunto que dirige Diego Martínez, que agradece el acelerón inicial como el estudiante que, en evaluación continua, sacó con nota los primeros exámenes por si pinchaba en los finales del trimestre. El problema ahora es huir de esta dinámica, solventar los estropicios de los últimos test en el futuro, cuando las noches de estudio se acumulan y los párpados empiezan a pesar.

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El Granada notó más el frío que el Huesca o, al menos, así lo transmitieron siete futbolistas rojiblancos a los espectadores, otrora simplemente aficionados en la grada. Domingos Duarte, Yan Eteki, Gonalons, Milla, Puertas, Machís y Luis Suárez -más Rui Silva, claro- saltaron de inicio con guantes, mientras que en el conjunto oscense, más acostumbrado a las bajas temperaturas, solo lo hizo el guardameta. Hasta Diego Martínez llevó sus manos cubiertas. Dicen que gato con guantes no caza ratones, y algo así parecía pasarle al equipo rojiblanco, incapaz de hilvanar cualquier acción de peligro casi en todo el primer tiempo.

Se adelantó Mikel Rico, uno a quien poco le importa lo que señale el mercurio, con un cabezazo de 'nueve' que culminó una acción que descubrió varias de las razones por las que el cuadro granadino ha entrado en barrena. Hizo lo propio, tras el intermedio, Borja García, que entre líneas -y allí donde quiso- se movió como en casa. Sandro, una amenaza constante desde la banda, se quedó sin marcar, pero no por falta de insistencia. El tercero, de Okazaki -todo un campeón de la Premier League- llegó por inercia, sin estrategia ya en los nazaríes, que actuaban a golpe de corazonada.

La crisis del Granada se expresa entre el centro del campo y la defensa, por donde campan a sus anchas los mismos rivales que, luego, se incorporan al área desde la segunda línea sin nadie que les atienda. Los errores se acumulan en un flanco diestro muy débil en las últimas semanas, carencia que identifican pronto los adversarios rojiblancos para atacar desde allí el área, donde la contundencia se ha disuelto. La capacidad de recuperación en campo rival, fundamental en el inicio del curso, ha menguado hasta casi desaparecer salvo fallo grosero del equipo contrario, y con ello emerge la dificultad para lanzar contragolpes.

Así, el Huesca se sentía cómodo a los pies de Sierra Nevada, a pesar de mostrar también sus flaquezas. Pero nadie dijo nada sobre los hábitos de caza del 'bisonte', para quien los guantes no fueron un impedimento. Luis Suárez anotó por segunda jornada consecutiva en Liga, su cuarto gol en la campaña, y se empeñó junto a Machís en salvar a un plantel a la deriva. La reacción llegó como 'La Sorpresa' de Haydn, rematada por Jorge Molina y un Germán que tampoco pareció acusar las bajas temperaturas. Queda por ver si fue una respuesta eventual o se prolonga en el tiempo.

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