Torrente marca de cerca al culé Luuk De Jong. RAMÓN l. PÉREZ
La temporada del Granada

El futuro de la defensa pasa por sus botas

RAÚL TORRENTE ·

El jovencísimo central murciano fue la mejor noticia de toda la temporada y se hizo titular gracias a su carácter;en Sevilla se rompió la rodilla

Jueves, 23 de junio 2022, 00:31

En todo un junio nublado para el granadinismo, frío lejos del calor de Primera, solo una imagen ha podido arrancarle al granadinista una sonrisa plena ... de ilusión. Y no ha sido otra que ver a Raúl Torrente machacándose en el gimnasio para volver lo antes posible. El canterano murciano ha sido la mejor noticia de la temporada, si bien la historia de la revelación del curso acabó repentinamente en Sevilla.

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Meses antes, nadie esperaba que Torrente estuviese en el Pizjuán disfrutando de una titularidad más. Y eso que ya daba indicios de estar preparado para, como poco, competirle a Germán y a Duarte en los entrenamientos. Lo evidenció un verano majestuoso. Dar galones a Torrente posiblemente sea el único gran triunfo de Robert Moreno en su paso por Los Cármenes. El murciano le gustó desde el primer día. No se arrugaba, pedía el balón para sacarlo desde atrás luciendo una buena zurda e iba muy bien por alto gracias a su altura.

SUS NÚMEROS

  • PARTIDOS 20

  • TITULAR 17

  • MINUTOS 1.416

  • GOLES -

  • AMARILLAS 5

  • EXPULSIONES -

En pretemporada fue de lo más destacado, secando a un RDT que no logró sacarle del partido ni a base de insultos y caricias. El chico tenía madera de líder, pero su momento aún debía llegar. La lesión de Duarte y el mal momento de Abram lo precipitaron todo y tras tener minutos ante el Levante y el Real Madrid, debutó como los grandes en San Mamés.

Desde entonces, la zaga del Granada era la de Raúl Torrente. Aun con errores típicos de la inexperiencia, el central asombró a todos por intensidad y descaro. Falto de complejos ante figuras como Joselu, Raúl García, Luis Suárez, De Jong o Asensio, su progresión era meteórica.

Tras la salida de su gran valedor, Robert Moreno, al que hay que agradecerle y reconocerle el mérito de haberle dado confianza, su antiguo maestro Torrecilla lo reafirmó en su defensa de tres centrales. Tras dos semanas de obligada ausencia llegó Sevilla. Al cuarto de hora, en una impetuosa galopada en busca de un balón perdido, pisó mal. Una jugada absurda y desafortunada en la que se rompió los ligamentos de la rodilla. Futuro tiene de sobra para recuperarse y ser el líder de la defensa del Granada muchos años.

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