«Soy el primero que se marca una exigencia máxima»
Sala de prensa ·
«No quiero que haya psicosis con el balón parado; el vestuario tiene que asumir que habrá acciones de ese tipo sin temerlas», advierte el entrenador del GranadaFran Escribá celebró que su equipo esté «evolucionando bien con respecto al orden» de cara a la visita al Mirandés, en su segunda salida consecutiva ... como entrenador del Granada tras la de Burgos. «El aficionado no tiene por qué hacer el mismo análisis que nosotros porque quiere que su equipo gane, y es lógico, pero con independencia de que nos moleste encajar goles hay veces que no lo haces y parece que defiendes bien y no es así, porque Mariño no tuvo un trabajo excesivo el otro día», rescató. «Estamos trabajando mucho en todo, porque esto es una cuestión de defender y atacar cada vez mejor, ya que también tenemos un potencial importante arriba», señaló, con las recuperaciones de Lucas Boyé y Pablo Insua, la duda de Luca Zidane y la baja de Miguel Rubio.
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Acerca del primer gol del Burgos en El Plantío, de nuevo a balón parado, Fran Escribá negó la preocupación al respecto. «No quiero que haya psicosis con eso, el vestuario tiene que asumir que habrá acciones de ese tipo sin temerlas. Estamos viendo, por ejemplo, si nos interesa poner a los más futbolistas más altos en una zona o en otra», sostuvo, presumiendo además de que la mayoría de sus equipos «han marcado más goles de los que han encajado así».
«Contra el Mirandés serán muy importantes los saques de banda porque siempre incorpora un central al jugar con tres y los convierten en jugadas de balón parado peligrosas. Sabiendo que eso va a ocurrir, tendremos que tener mucha concentración porque luego siempre está la suerte aunque no nos guste hablar de ella, como por ejemplo en los rechaces», avisó, no sin encogerse ante «la dificultad de entrenar para que un equipo no saque centros laterales».
Escribá se refirió al Mirandés como a «un equipo que se ha reinventado muy bien tras tener problemas para disponer de jugadores en verano, muy competitivo para no encajar apenas goles, con un sistema muy trabajado y jugadores muy interesantes y jóvenes como Panichelli que acabarán en Primera seguramente». «Será un partido muy difícil porque, además, no marca muchos goles pero sí los amortiza y eso lo hace aún más peligroso», avisó.
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«Muchos entrenadores dicen que entrenan con independencia del rival pero a mí no me da igual, y trabajamos aspectos específicos tanto de ataque como de defensa al jugar contra un sistema distinto al del Burgos que provocará situaciones de juego distintas. Hay que adaptarse dentro de lo que uno es», añadió, refiriéndose además al exrojiblanco Raúl Fernández como a «un gran portero, uno de los mejores de Segunda».
El entrenador del Granada sacó «más conclusiones positivas que negativas» de la visita a Burgos. «Fue lo que dije a los futbolistas, con independencia de que empatáramos y no fuera lo que queríamos, y de que lógicamente queremos seguir mejorando en todo y no estamos satisfechos porque debemos mejorar tanto en ataque como en defensa. Llevamos pocos días pero el primer esbozo fue en la línea de lo que queremos aunque no conseguimos todo lo que pretendimos. Queremos que el equipo tenga positividad», emplazó.
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No obstante, le gustaría que el progreso deseado se viera cuanto antes independientemente de que sea algo que «vaya haciéndose durante la temporada». «Difícilmente acabo con las mismas alineaciones que con las que empiezo, pero nos llamaron para mejorar con inmediatez y soy el primero que se marca esa exigencia. No pondré un plazo para justificarme si pasa algo por el camino», incidió.
Preguntado por las declaraciones de su predecesor Guille Abascal en 'El Pelotazo' de Canal Sur Radio acerca de la «presión excesiva» que sintió en torno al Granada durante su etapa como entrenador, Fran Escribá aseguró haber «trabajado siempre en clubes con exigencia máxima». «Una cosa es la exigencia y otra la presión añadida, y la verdad es que no la noto a día de hoy, lo cual no quiere decir que no exista en el día a día porque tenemos un objetivo importante y queremos ganar partidos», matizó.
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«Lo que sí he sentido en lo poco que he salido por la ciudad es mucho cariño, y la verdad es que lo agradezco, porque me animan mucho. Tengo muchas ganas de jugar en Los Cármenes, y me habría encantado empezar en casa porque la afición es uno de los grandes activos de este club, y es maravilloso que 20.000 personas aprieten y exijan porque sería peor que solo fueran 500 y que comieran pipas», ejemplificó.
Cuestionado por el vestuario, el nuevo entrenador no dudó en calificarlo como «espectacular a nivel humano». «Es estupendo, aunque la mayoría suelen ser muy buenos más allá de la percepción que se pueda tener fuera porque hay gente sana», agregó. Además, se mostró encantado a nivel de club sin que nada le sorprendiera sin embargo: «Al firmar me felicitaron excompañeros que pasaron por aquí y todo el mundo coincidió en lo a gusto que iba a estar, por ejemplo, en la Ciudad Deportiva con sus empleados. Ya sabía a lo que venía, y la señal es que tengo la sensación de llevar aquí ya varios meses porque el día a día es muy agradable».
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Individualidades
En cuanto a individualidades, el entrenador reforzó a Gonzalo Villar tras hacer un «muy buen partido» en Burgos. «Hizo conmigo su primer entrenamiento como profesional porque era un niño cuando le subí en el Elche y es un jugador con mucha personalidad. Tiene ya una trayectoria importante detrás y, más allá de que todos los jugadores necesitan continuidad, él la necesita en su rendimiento y estoy seguro de que la va a dar. El otro día fue de los mejores, aun condicionado con una tarjeta amarilla que supo aguantar en un partido de tanto choque con mucha madurez. De hecho, por eso puse a Trigueros a calentar desde la primera parte pero aguantó fenomenal todo el encuentro», le felicitó.
Con respecto a la suplencia de Sergio Ruiz en El Plantío, Escribá reseñó que «no había entrenado más que uno o dos días durante la semana al arrastrar molestias». «Al estar el partido tan abierto, preferimos hacer cambios para ganar. Ya sí ha entrenado bien y tendrá minutos en Anduva seguro», confirmó, aunque también sugirió que el equipo «perderá tres internacionales a la semana siguiente, entre ellos Martin (Hongla), y él es su recambio natural por intensidad».
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Tampoco dio excesiva importancia a la suplencia de Trigueros: «Manu sabe que su temporada con más goles fue conmigo porque le exijo a los medios que lleguen y sean importantes en esas jugadas ante posibles rechaces al borde del área, que fue una de las cosas que trabajé al llegar al Villarreal. Que no juegue algún partido como titular no implica que no sea importantísimo para mí, que lo será seguro, igual que con el resto».
Sobre Reinier, Escribá subrayó que el de segunda punta es «el sitio que más se adapta a sus características» sin descartar «que juegue más de un partido tirado a banda porque tiene físico y recorrido». «El problema en Burgos fue que no le abastecimos con muchos balones porque tampoco fue un partido para jugar mucho entre líneas aunque la idea era jugar así; y a veces pensamos que es culpa del jugador, y no. Tiene condiciones para desequilibrar, tanto físicas como técnicas, y tiene que adaptarse tras jugar más pegado a banda para coger con algo de tiempo todos los mecanismos que queremos trabajar con él», abundó.
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La recuperación de Lucas Boyé le abre al entrenador «muchas opciones». «Una vez les recuperemos a todos, me puedo permitir jugar tanto con un futbolista que se descuelgue algo como con dos de referencia. Lucas aguanta muy bien y con él ganamos algo importante como tener a alguien que, aunque nunca sea nuestra identidad jugar directo porque no me gusta, pueda actuar de espaldas», atisbó. No tenemos un mediapunta como tal aunque Reinier puede hacer esa función, pero si juego con dos delanteros es porque quiero que lleguen los dos al área«, subrayó.
Por último, Escribá resaltó que vio «muy bien» a Miguel Ángel Brau en su debut como titular en Burgos. «Lo digo sinceramente, aunque tenía una marca muy complicada y siempre hay que tenerlo en cuenta. Hizo una falta de tarjeta muy bien hecha y, aunque puse a Rubén (Sánchez) a calentar, aguantó muy bien tanto esa tensión como a nivel físico después de no haber tenido muchos minutos antes«, le felicitó.
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