Fallece el granadino Manolo González, jugador del Granada en los sesenta

Pronto se destacó como un gran marcador, contundente al corte y con mucha proyección. Una joya en la defensa granadina que no pasó desapercibida para los clubes de Primera. Así, tras un primer año en el que jugó 14 encuentros, llegó un segundo en el que no le faltaron ofertas. Su deseo en principio no era salir de Granada, menos aún con el año que estaban haciendo los rojiblancos en 1966. Finalmente, el Zaragoza y el club de Los Cármenes llegaron a un acuerdo pero, por insistencia del club maño, un representante zaragozano llevó ese pacto a un notario para que luego no pudiese darse marcha atrás. «Ascendimos ese año. Y, efectivamente, el Granada quiso dar marcha atrás, pero ya me tuve que ir a Zaragoza. Me fichó un notario», bromeaba en una entrevista reciente.

El cambio no le fue nada mal. Unos 300 partidos en once años defendiendo la camiseta blanca, en La Romareda, siendo una leyenda atemporal del conjunto. Descendió una vez a Segunda, pero siempre quiso continuar en aquella ciudad que le conquistó. Allí fallecía y deja un gran vacío en la familia del Real Zaragoza. También en su familia. Era hijo de José Manuel González, mito como futbolista del propio Granada, el CD Málaga y el Real Madrid; y tío de Lucas Alcaraz. Cosas del fútbol, Manolo González acabaría viendo entrenar a su sobrino en los dos clubes que marcaron su vida: Granada y Zaragoza.