Guille Abascal da indicaciones durante el choque del Granada ante el Huesca. Ramón L. Pérez
Puntuación del entrenador | 3

Los experimentos finales de Abascal dejan sin fútbol al Granada

El entrenador rojiblanco modificó ciertas posiciones en su planteamiento, lo que generó más dudas a un equipo que no se encontró sobre el césped

Viernes, 30 de agosto 2024, 22:34

Parte de la parroquia rojiblanca acabó marchándose de Los Cármenes antes del pitido final. Otra más sufridora, la mayoritaria, lo hizo tras aguantar el chaparrón. ... Sea cuando fuere, unos y otros abandonaron sus asientos con el mismo regusto entre los dientes. Faltó fútbol para competir de igual a igual.

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El Granada de Guille Abascal arrancó el duelo ante el Huesca retomando el 4-4-2 de la primera jornada. Martin Hongla y Gonzalo Villar ocuparon la sala de máquinas con la ayuda esporádica de Manu Trigueros. El ex del Villarreal –posiblemente el jugador más clarividente y creativo con el balón de la plantilla– se volvió a escorar en facetas defensivas. Le pilló el retroceso más cerca del público, lo que perjudicó a la circulación. Especialmente, en los pases entre líneas tan necesarios para romper la zaga de cinco rival.

En la segunda mitad el entrenador sevillano varió la situación. Devolvió al centrocampista a su posición más habitual y apostó por renovar las bandas. Entraron Pablo Sáenz, el revulsivo clave en Ferrol, y Rubén Sánchez, un lateral con vocación ofensiva, al menos sobre el papel. La realidad es que el zurdo se colocó en la derecha y el diestro en la izquierda, afectando al movimiento natural de ambos futbolistas. El extremo abrió el campo y generó peligro, pero el lateral ni la olió. Queda la duda de qué hubiesen sido capaces de hacer en los perfiles naturales. Mientras tanto, Corbeanu se quedó cobijado a la sombra del banquillo.

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