El eterno Cristiano Ronaldo y su gol más singular con el Granada

Ronaldo nunca jugó como rojiblanco, pero sí que le dio tres puntos inolvidables en una ocasión. Era febrero de 2013 y el conjunto nazarí luchaba por la permanencia en su segunda temporada consecutiva en Primera después de pasar 35 años en las categorías más humildes del fútbol patrio. El curso no arrancó de la mejor manera con Anquela en el banquillo, que fue cesado y reemplazado por Lucas Alcaraz.

El técnico granadino se estrenó en casa ante todo un Real Madrid, un reto mayúsculo de cara a iniciar su etapa con una alegría. El partido fue más disputado de la cuenta, con los nazaríes rezagados para intentar tapar su meta. Por su parte, el cuadro merengue buscó el gol con Karim Benzema, Luka Modric, Xabi Alonso o Cristiano Ronaldo a la cabeza. Finalmente, fue el luso el encargado de abrir el marcador, pero de un modo completamente inesperado.

En el minuto 22, el rojiblanco Nolito botó un córner al primer palo buscando a Diego Mainz, un rematador nato. En lugar de al zaguero, su centro se encontró con la testa de Ronaldo, que peinó el balón con la intención de despejar y con la tan mala fortuna de introducirlo en su propia portería. Los Cármenes estalló de júbilo ante el autogol del delantero, el único de su carrera que dio por primera vez el triunfo a uno de sus rival.

El Granada de Lucas Alcaraz aguantó y se llevó los tres puntos de un duelo inolvidable, el único en el que el Real Madrid mordió el polvo de Los Cármenes en la historia moderna del club. Después, llegaron muchos más tantos de Ronaldo hasta consagrarse como el máximo goleador en la historia del deporte rey. Todos a su favor, sin contar el de aquella memorable noche en la ciudad de la Alhambra.