A la espera de Melendo en el momento más crucial

El catalán no entrenó ayer junto al resto de sus compañeros. Estuvo en su tierra en el funeral de su abuela, fallecida de manera repentina, como explicó Paco López durante su comparecencia de prensa previa al partido contra el Eibar antes de mandarle «un abrazo muy sentido a toda su familia y en especial a él». Afectado con la pérdida, Óscar Melendo volverá a ejercitarse este sábado y competirá el domingo siempre y cuando se lo permita el luto. Desgraciadamente, esta trágica noticia le llegó en uno de sus mejores momentos físicos de la campaña según compartió su entrenador: «El jueves me dijo que hacía semanas que no se encontraba así a nivel físico y nos alegramos muchísimo. Le vi muy contento. Arrastró muchas molestias durante una parte de la temporada y le cuesta acabar los partidos, pero me llevé una alegría tremenda al escucharle», indicó. «Ya sabéis la importancia que tiene para este equipo», recordó.

Óscar Melendo volvió al banquillo en El Sardinero por los problemas que ocasionaron su sustitución contras Las Palmas en la jornada anterior como le ocurrió en marzo, cuando se quedó en el banquillo en Burgos y contra la Ponferradina en Los Cármenes en la jornada siguiente. «Creo que su rendimiento conmigo desde la banda derecha ha sido altísimo, buenísimo, pero coincido en que los rivales tienen información, como nosotros, y le tenemos que dar una vuelta a su posición para favorecerle y que otros compañeros le lleven la pelota», señaló Paco López antes de aquellas suplencias. «No queremos que tenga un desgaste mayor yendo a recibir entre centrales, porque hay mucha distancia», aseguró. Sin embargo, su ubicación sobre el campo no ha cambiado demasiado desde entonces.

En El Sardinero, reclutado antes de la hora de partido, se incrustó en el centro del campo como volante diestro junto a Njegos Petrovic a la izquierda, con Víctor Meseguer como pivote. Siguió ahí cuando entró Alberto Perea por el serbio, pero ni antes ni después consiguió que su participación en el juego, con el Racing cerrado atrás y atento al contragolpe, lograse abrir vías hacia el empate al menos en ataque.

Óscar Melendo es uno de los futbolistas que más acusó el cambio de entrenador al menos en cuanto a su posición sobre el terreno de juego. De jugar como mediapunta clásico con absoluta libertad con Aitor Karanka, que trató de edificar su equipo sobre él, a partir de la banda derecha con la misma vocación aunque, con un homólogo en José Callejón al otro lado. Su rendimiento, sin embargo, siempre se vio condicionado por las mezclas en una medular en la que aún no se ha consolidado ninguna pareja; contra el Eibar, por lo pronto, Víctor Meseguer no podrá jugar al encontrarse sancionado por acumulación de tarjetas amarillas.

El Granada ha ganado menos de la mitad de los partidos que ha jugado sin Óscar Melendo; tres de siete en concreto. Vio desde el banquillo el triunfo en Ibiza para abrir el campeonato, recién llegado, con Aitor Karanka, al igual que la remontada en Burgos y el empate contra la Ponferradina, ya con Paco López este pasado marzo; fuera de la convocatoria, debido a una lesión muscular, contempló el germen del trauma a domicilio en las visitas a Andorra, Eibar y Las Palmas junto al triunfo en casa frente al Mirandés. Ahora, comprometido con el objetivo, no quiere faltar más.

Y es que Óscar Melendo, que el verano pasado dio un paso importante en su carrera al salir del Espanyol en el que se formó desde niño para buscarse la vida lejos de casa por primera vez, tiene su futuro ligado al salto del equipo a Primera división. Como desveló la semana pasada a 'Granada en Juego', el contrato que el catalán firmó como rojiblanco por una sola temporada incluye una ampliación automática por dos campañas más en caso de subir a la máxima categoría.