Una pionera que mantiene la ilusión por un club mejor

Se mantuvo como integrante de la junta directiva nazarí una temporada, la que permaneció Murado como presidente. Durante ese curso los futbolistas cobraron puntualmente y el club, dentro de que mantenía una deuda importante, fue solvente con los jugadores. Esa temporada, con José Enrique Díaz de entrenador, los rojiblancos se jugaron el pase a los 'play off' de ascenso en un partido en el Carlos Belmonte ante el Albacete que los nazaríes acabaron cediendo, manteniéndose una temporada más en Segunda B.

La relación con el resto de miembros de aquella junta directiva fue buena. Ella misma reconoce que el propio Murado quiso darle «un papel importante» dentro de la estructura del club, dado que le gustaba el fútbol «y entendía de fútbol». «No estaba allí como un mueble», bromea. Con la perspectiva que da el paso del tiempo agradece que se le respetara y que tuviera voz y voto en todas las decisiones de la entidad, a la par que celebra que esta situación «haya evolucionado mucho en todos los niveles y en el club». Recuerda aquella época en los años ochenta en la que iban «muy pocas mujeres al fútbol», algo que contrasta «con la cantidad de mujeres que ahora hay como aficionadas y dentro del club». Mari Carmen Rodríguez Zurita se reconoce como aficionada del club desde muy pequeña y rememora con orgullo que fue una de las primeras personas que se hizo socia de 20 años cuando el Granada sacó este novedoso abono para apoyar económicamente a la entidad.

No es raro que la primera directiva del club rojiblanco se aficionara al fútbol ya que en su casa «se ha vivido siempre». Su abuelo materno es el que la llevaba al estadio de Los Cármenes cuando todavía era pequeña e incluso también entabló relación con muchos futbolistas de la entidad nazarí que visitaban el negocio que regentaba su familia –la Venta Zurita en la carretera antigua de Málaga–. «De hecho, me casé y a mi marido, que no es de Granada, no le gustaba el fútbol. En mi casa la futbolera he sido siempre yo. Y ahora mis hijos, que desde pequeños me pidieron ir a Los Cármenes», cuenta.

Con alegría celebra que hayan quedado atrás esos años de su juventud en los que el club iba poco a poco descendiendo peldaños, hasta incluso caer a la cuarta categoría nacional. «Era muy triste, porque yo no tenía recuerdo de los años en Primera división. El tiempo que estuvimos en Segunda división fue aceptable, pero los años posteriores fueron horrorosos. Ver el estadio sin gente fue muy triste», rememora Rodríguez Zurita, en calidad de aficionada que siente los colores rojiblancos y no lo oculta. Por eso insiste en que se siga poniendo de relieve el «sueño» que ahora están viviendo los aficionados rojiblancos. «Ya ascender a Primera división es un sueño con el que muchos no contábamos, así que imagina lo que significa jugar en Europa. Creo que todavía no somos conscientes de los momentos que estamos viviendo y estamos normalizando un logro increíble», argumenta la que ahora es responsable del área femenina del Granada, que celebra con orgullo que en la actualidad los niños de la ciudad quieran llevar la camiseta de jugadores o jugadoras del Granada «y que se nos conozca por sitios en donde antes al Granada no se veía». «Hay gente a la que le da pena ver que hay seguidores que se han subido al carro, pero a mí me da mucha alegría», añade.

«Me siento orgullosa de ser parte de esta historia y lo que estamos viviendo», explica Rodríguez Zurita como parte actual del club nazarí. Relata que su experiencia al frente de las féminas de la entidad está siendo «muy enriquecedora y estoy disfrutando muchísimo». Asegura que no ha visto futbolistas más luchadores que «las niñas» –se refiere cariñosamente así al equipo femenino del Granada–. «Tenemos una gran cantera y da gusto verlas jugar. Son unas valientes y todo lo que han conseguido ha sido a base de esfuerzo», afirma convencida. Agradece también la apuesta que está haciendo la entidad rojiblanca para que el primer equipo femenino tenga visibilidad «y se le trate como al primer equipo masculino». «El club está apostando por ellas a todos los niveles y es nuestra ilusión que puedan jugar la Liga Iberdrola –la máxima competición femenina–», cuenta Rodríguez Zurita, que abrió un camino rojiblanco en clave femenina que hoy transitan miles de mujeres.