Esfuerzo sin premio para acabar el año

Roger Lamesa confió en la zaga habitual, con Nerea volviendo al 'once'. Sí que hubo un cambio por delante, dando descanso a Raquel y entrando de inicio Yurena, que no desentonó. El partido comenzó con las locales volcadas al ataque, sin ningún tipo de complejo ante un Granada al que le convenía madurar el partido poco a poco, entrar minuto a minuto en un escenario manejado a la perfección por las amarillas. Pasados cinco minutos de rigor, con el balón pasando de campo a campo sin intenciones, Eli avisó con un chut escorado que atrapó Andrea. El dominio del balón no era de nadie, pero sí que las canarias pasaban las líneas de presión con cierta facilidad, empezando a realizar sobreesfuerzos a las defensas rojiblancas.

El Granada se encontraba cada vez más incómodo y cada despiste en área propia acababa en remate de las locales, que no se pensaban demasiado el probar a Andrea. Eli y Mar, con dos disparos lejanos, volvieron a avisar. Sin embargo, el peligro mayor llegaría a balón parado. En apenas tres minutos, el partido cambió de escenario en dos saques de esquina. El primero no rozó Morán en el área pequeña, después de que una compañera lo rozara ligeramente. La misma protagonista, Morán, no desperdició el segundo. Remató con potencia haciendo imposible cualquier intento de Andrea.

El gol agrietó a un Granada nada bien situado en el enorme campo del Juan Grande. Sin embargo, el orgullo propio les llevó a precipitar la búsqueda del empate, apretando los últimos minutos. Lo que llegó, en una jugada aislada, fue el segundo tanto local. Eli González encontró un pasillo en el área y disparó a bocajarro ante una Andrea batida.

El Juan Grande había logrado lo que pocos conjuntos desde el Alhama, sacar a la zaga granadina del partido en varias jugadas. Pero Lamesa reajustó a las suyas tras el descanso, metió a Raquel para dar mayor velocidad al juego y acabó con Marta Carrasco en defensa de tres para abrir el terreno de juego y sumar más piezas en ataque, con carrileras altas. Funcionó en la teoría, pero nunca en la práctica. Porque el Granada fue desde entonces más y mejor equipo. Empezó a encerrar al Juan Grande, al que le valía de sobra el resultado.

Pero las grandes ocasiones nazaríes nunca llegaron. Disparos lejanos tímidos, centros despejados con apuro, pero despejados al fin y al cabo, por las defensoras canarias y una fenomenal parada de Recalde en la mejor ocasión visitante fue todo lo que logró generar el Granada en un segundo tiempo del que se hizo dueño. Merecieron, como poco, las de Lamesa el premio de apretar el marcador con un tanto, pero no fue el día. Superados esos 25 minutos de superioridad rojiblanca, el partido fue muriendo, cayendo por su propio peso a cada minuto.

Manejó bien su ventaja el Juan Grande y puso un punto final amargo a un 2021 provechoso para las rojiblancas. Un año repleto de cambios que han ido asimilándose y con dos meses finales para estar ilusionados y satisfechos. Volverán con una eliminatoria ante un equipo de Primera en Copa y el regreso de la liga a mitad de enero.