Entrenador del Albacete
El pasado de Alberto González en el Granada AtléticoEl técnico malagueño se licenció en la UGR y también dirigióal Arenas y al Loja en Tercera división
El entrenador del Albacete, Alberto González, cuenta con un extenso pasado en la provincia de Granada. El técnico malagueño, natural de Tolox, se licenció en ... su día en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte en la UGR como alumno de Luis Fradua y luego dirigió al Granada Atlético, al Arenas o al Loja, en Tercera división, durante sus inicios antes de alcanzar el fútbol profesional. El domingo celebrará, además, el nacimiento de su hija Elena este viernes.
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Formado en la cantera del Málaga, Alberto González se enroló como entrenador en el Granada Atlético –que nació como alternativa al Granada 'histórico'– en su equipo juvenil y le dirigió en División de Honor antes de asumir en 2008 las riendas del primer equipo, en Tercera. Al frente de los franjiverdes incluso en Los Cármenes, los condujo a una décima plaza entre los descensos del Granada 74 y del Imperio de Albolote, pero la renuncia de la entidad a salir a competición a la campaña siguiente le llevó al Arenas de Armilla, que terminó perdiendo la categoría en 2010.
González regresó a la provincia cinco años después como entrenador del Loja, de nuevo en Tercera. El malagueño tenía a su equipo cuarto clasificado y en puestos de privilegio de cara al 'play off' de ascenso cuando, en febrero, el club se vio obligado a destituirle por motivos económicos para cuadrar presupuestos. Después de aquella experiencia, ascendió al CP El Ejido a Segunda B. Tras otra experiencia en Tercera con el Real Jaén, volvió a la categoría de bronce con el San Fernando y el Linares, con una segunda etapa en el club jienense ya en Primera RFEF, antes de que le captase el Betis para su filial. De ahí le firmó el Albacete la temporada pasada para una permanencia improbable que sin embargo consiguió.
Milagro manchego
González encaró su primera oportunidad en el fútbol profesional con poco que perder y bien que lo aprovechó. Cogió al equipo a un punto de la salvación, inmerso en una racha de cinco jornadas sin ganar, y le llevó a encadenar cinco victorias consecutivas para salvarse con hasta seis puntos de margen.
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Aquella permanencia y el descenso del Granada le permitieron volver a Los Cármenes para la inauguración de la presente temporada como rival, con victoria. «Fue especial por el cariño que le tengo a este club y a todos los amigos granadinistas a tope que tengo aquí», admitió. Ahora, con tres triunfos consecutivos en el Carlos Belmonte, dirige a los suyos hacia una nueva salvación.
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