Ver fotos

Puertas y el resto de compañeros del almeriense protestan el penalti pitado. RAMÓN L. PÉREZ
La Crónica

Un empate que no deja contento a nadie

El Granada deja escapar un triunfo que ya amasaba después de sufrir y de parar mucho Aarón, tras un discutible penalti que materializa Soler

Sábado, 21 de agosto 2021, 22:03

El Granada estrenó la temporada en casa y con parte del público en la grada con un empate que no dejó contento a nadie. Los ... rojiblancos amasaban ya el triunfo en un partido atropellado, en el que Aarón había firmado las mejores detenciones. Cuando menos parecían sufrir los anfitriones, en esos últimos minutos en los que se solían mover como pez en el agua, sin concesiones, llegó una torpeza de Puertas y el rigor de Del Cerro Grande. No alejó un balón el almeriense y tuvo que salir tras Gayà, anticipando su pierna a la hora del disparo del capitán che, que pareció golpear al suelo en su intentona. El árbitro cobró un discutible penalti del que no hubo alegaciones en la sala VOR. Sí las hubo poco después, en un tanto anulado a Montoro por fuera de juego. Quedó un punto en el retorno a Los Cármenes, con un planteamiento feliz, un nudo indigesto y un final agrio para la hinchada.

Publicidad

Cuando parecía restablecerse la esencia original del Granada de los últimos tiempos, ese cuerpo de 'marines' que no regalan un centímetro de césped y que sacan petróleo de sus oportunidades, ocurrió el trastorno que impidió el triunfo de los de Robert Moreno, un entrenador más ecléctico de lo que se preveía. No hubo lirismo en los suyos y sí una prolongación del espíritu competitivo de antaño. Como si les hubieran pellizcado, salieron corajudos, agobiando en cada lance, hasta esos últimos minutos, en una acción aislada en la que se chafó el reencuentro con la afición. Empatar no es malo, sobre todo en el análisis frío de los acontecimientos, pero cuando ya queda tan poco para festejar deja cierto regusto amargo.

Granada

Aarón; Foulquier, Domingos Duarte, Germán, Abram (Antonio Puertas, m. 46), Neva; Gonalons, Monchu (Luis Milla, m. 46), Montoro; Luis Suárez (Darwin Machís, m. 72) y Bacca (Jorge Molina, m. 67).

1

-

1

Valencia

Mamardashvili, Correia, Alderete, Paulista, Gayà; Racic, Wass, Cheryshev, (Diakhaby, m. 95) Carlos Soler (Jason, m. 92); Guedes (Manu Vallejo, m. 79) y Maxi Gómez.

  • GOLES: 1-0, m. 16: Luis Suárez; 1-1, m. 88: Carlos Soler, de penalti.

  • ÁRBITRO: Del Cerro Grande (comité madrileño). Amonestó a los locales Monchu (m. 45), Domingos Duarte (m. 45+3) y Germán (m. 49); y a los visitantes Alderete (m. 65) y Correia (m. 81).

  • INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada 2 de LaLiga Santander, disputado en el estadio Nuevo Los Cármenes ante 6.267 espectadores (cifra oficial). En el calentamiento se homenajeó a los trabajadores esenciales durante la pandemia. En los prolegómenos se guardó un minuto de silencio por los abonados fallecidos la pasada temporada y por el exfutbolista del equipo Salvador Quiles.

Insistió Moreno en la víspera en igualar la intensidad del Valencia, pero por momentos su conjunto la superó con creces. También dio pistas de que sus ideales no eran inamovibles y que su equipo podía mutar en función del rival. No se esperaba que eso se prolongara al sistema, con una defensa de tres centrales y carrileros largos, tres centrocampistas y dos puntas, Carlos Bacca y Luis Suárez, maestro y discípulo, la dupla cafetera.

Tan apercibido estaba el equipo de que tendría que emplearse con fiereza ante los pupilos de un técnico como Bordalás, al que no le suele gustar hacer prisioneros, que Monchu imprimió dureza en varios quites, emulando los días de rompe y rasga de Yangel Herrera. La batalla no era violenta pero sí accidentada. Monchu se abrió la ceja en una porfía con Racic y a Domingos Duarte le tocó cerrarse una brecha en la frente cuando topó su cabeza con Maxi Gómez. Ambos, el luso y el charrúa, acabaron con turbante.

Atacaba el Valencia rápido en los primeros compases, pero pronto se encontró que este nuevo Granada también sabe responder con frenesí. Todo vino de un fallo inicial de Abram en la salida, que debutó y se incluyó en la fornida retaguardia. Correia se anticipó al pase con Neva, pero su centro lo alejó Domingos hacia el propio lateral gaditano. Creyó en un balón que se perdía por banda y conectó con Bacca, que hizo ballet con un recorte ante Paulista y alquimia con un pase combado para su compatriota Suárez. El 'nueve', que ya había galopado en los compases iniciales, levantó las herraduras para dejar atrás a Alderete y fulminar a Mamardashvili, que ya sabía lo que era morder el polvo en Los Cármenes cuando lo visitó con el Locomotive Tbilisi.

Publicidad

No llegó más el Granada en la primera parte al contorno del georgiano, preocupado en ajustarse atrás y encomendado a Aarón. Su actuación fue estelar por momentos. Soportó la presión de la llegada de Maximiano, que estaba en el banquillo, y se ganó la ovación del respetable. Poco pudo hacer en la pena máxima.

Insistía el Valencia, en una coyuntura confusa de los locales. Sus centrocampistas no conseguían templar el ritmo y todo se hacía frontal. Monchu lanzó de lejos y el que siguió deteniendo todo fue Aarón. Cheryshev tanteó su destreza, pero el arquero no iba a permitir el paso fácil hacia su cancela.

Publicidad

Gonalons pedía calma a los suyos, pues parecía cuestión de tiempo que llegara un golpe de los visitantes. Del Cerro alargó el acto inicial casi nueve minutos y los rojiblancos se fueron al reposo con amarillas para Monchu y Domingos Duarte, los dos ensangrentados.

Robert Moreno parecía contento con el marcador pero preocupado con la deriva de los acontecimientos, cada vez más angustiados los suyos. Luis Milla y Antonio Puertas aparecieron por Monchu y Abram, para restablecer una zaga más clásica, con Montoro pendiente de la izquierda junto a Bacca. Pronto se encontraron los rojiblancos con un córner que puso el propio valenciano y que rebañó Germán en el área pequeño, pero con tanto vigor que la mandó a la grada.

Publicidad

El Valencia siguió incordiando a la retaguardia de cuatro, pero Maxi Gómez tampoco halló la dirección correcta en una secuencia de pizarra que desbarató con su chut. Tampoco pudo el uruguayo, tras un error en del despeje de Domingos, en el mano a mano en diagonal con Aarón, con Germán muy cerca. El capitán, de nuevo, demostró que es un animal competitivo.

Suspiró el público en un remate de Gonalons tras un córner que Mamardashvili sacó sobre la línea con dificultades. Se llevaba mucho rato sin ningún cate y se lo dio Alderete a Puertas, provocando otra tediosa interrupción. Todo discurría a rachas y en medio entró Jorge Molina, de los pocos en el estadio que le brindaron cariño a Bordalás, su mentor en Getafe.

Publicidad

Milla fue ganando protagonismo con robos y mucha entrega. Había mejorado el contexto general. Machís completó el refresco del ataque y el Granada se sintió con una confianza paulatina, al cobijo de su público. Cuando menos parecía temer el equipo, llegó una torpeza en la salida de atrás, en la que Puertas, en la rectificación, fue a cortocircuitar el avance de Gayà. Pareció que puso la pierna delante más que entrar al lateral en su intento de lanzamiento, pero Del Cerro vio penalti y así quedó. Carlos Soler quebró la resistencia de Aarón.

La polémica siguió en una falta que botó Milla, rozó Domingos y acabó en la red tras un giro de Montoro. La celebración quedó abortada cuando se revisó por un escaso fuera de juego. El tiempo se consumió sin nada más que echarse a la boca. Dos empates para inaugurar este campeonato conforman la renta de una Liga que no tolera las distracciones y en la que un mero detalle puede trastocar todo. También, la percepción arbitral.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad