La eliminación ayuda a despejar incógnitas de la ecuación del Granada
La derrota ante el Getafe en Copa del Rey vislumbra reivindicaciones y descartes en la plantilla de cara a la segunda vuelta
La eliminación frente al Getafe dejó útiles lecturas para el futuro. Aun con la pena del resultado, el tropiezo rojiblanco en la Copa del Rey ... sirvió para despejar varias incógnitas de cara a la segunda vuelta de la temporada. El cruce de dieciseisavos vislumbró reivindicaciones y descartes en el equipo, una señal para el cuerpo técnico, con Fran Escribá a la cabeza, y la dirección deportiva del club en mitad del mercado invernal.
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En enero siempre llega el momento de refrendar o de reprobar el trabajo realizado en verano a nivel de construcción de plantilla. El primer tramo de la campaña dejó al Granada fuera de los puestos de 'play off', aunque empatado a 33 puntos con el Huesca –sexto, dentro del corte– después de firmar nueve triunfos, seis empates y seis derrotas. Un balance positivo pero irregular, como el rendimiento de un plantel que fue de menos a más con el paso de las jornadas. Las individualidades de ciertos efectivos recaudaron puntos para la causa, mientras que otros se diluyeron o ni siquiera llegaron a atinar sobre el verde.
El último encuentro de Copa, competición claramente secundaria para los intereses de afición y entidad, reveló la emersión de varios futbolistas llamados a ganar protagonismo tras el parón navideño. Es el caso de Manu Lama, titular frente al Getafe. El central se convirtió en uno de los diez refuerzos estivales del club para conseguir el ascenso tras bajar de Primera división el curso anterior, pero apenas participó. Tanto con el técnico valenciano como con Guille Abascal, el madrileño, novato en la categoría, siempre se situó en la última posición de la rotación.
La gran debilidad de la plantilla se detecta en las bandas, con extremos incapaces de marcar diferencias en la categoría
Loïc Williams, Pablo Insua, Miguel Rubio e Ignasi Miquel, hombres más experimentados en Segunda, se repartieron los minutos. Hasta el jovencísimo Oscar Naasei –del Recreativo– le comió la tostada, debutando antes que el propio Lama como rojiblanco. El ex del Fuenlabrada no hizo lo propio hasta finales de octubre con la primera ronda del torneo del 'KO' en el campo del modesto Cortes.
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Dio un nivel más que aceptable, al igual que en el siguiente cruce ante todo un Real Zaragoza en su feudo. Acabó acalambrado antes de los penaltis, como en Los Cármenes ante el cuadro de Bordalás. Un rival de élite al que mantuvo a raya por tierra y aire mientras le aguantó el tipo, haciéndose valer para proteger la meta de Diego Mariño. Una actuación a tener en cuenta y que le podría abrir la puerta de LaLiga Hypermotion, donde todavía no ha actuado. De momento, Escribá ya lo alineó de inicio por delante de Rubio –recién recuperado– y Miquel. El mal rendimiento del catalán en partidos anteriores lo sitúa en la rampa de salida, dejando su sitio en el equipo al madrileño por proyección y por méritos propios.
Otro de los revindicados a raíz del encuentro con el Getafe fue Rubén Sánchez. El lateral cedido en Los Cármenes desde el Espanyol jugó de inicio y completó 90 minutos más prácticamente toda la primera parte de la prórroga hasta su sustitución por fatiga. Aunque unos problemas físicos le impidieron ganar regularidad durante el curso, su buen hacer defensivo y ofensivo lo llevaron a ocupar la titularidad en las últimas citas. Rubén aprovechó la baja por sanción de Ricard en diciembre ante el Racing de Santander para tomarle la delantera a su compañero, algo desgastado por el exceso de minutos, y afianzarse en el once. Una situación sobre la que no se intuyen cambios a partir de sus más que aceptables actuaciones.
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Descartes
La otra cara de la moneda la protagonizaron los jugadores de banda del Granada. El equipo halla en ellos su gran debilidad, incapaz de marcar diferencias y aportar desde los costados en labores ofensivas. Ni Giorgi Tsitaishvili, ni Kamil Józwiak, ni por supuesto tampoco Theo Corbeanu hicieron olvidar contra los azulones a Sergio Rodelas, el extremo más decisivo del que dispone Escribá, ahora lesionado. Los dos primeros tuvieron destellos aislados, pero su nivel deja mucho que desear desde hace semanas.
El polaco arrastró molestias en el pubis durante varios meses, causa que justificaría su papel casi residual desde el inicio de la temporada. Más extraño resulta el caso del georgiano, que perdió su electricidad inicial hasta diluirse como un azucarillo con el devenir de la competición. Ni rastro queda ya de su desborde ni de su juego alegre, desquiciado por los marcajes contrarios.
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La actuación de Lama le abriría las puertas de la Liga, ya por delante de Miquel en la rotación
Más consistencia y regularidad muestra Pablo Sáenz. A pesar de que terminó hace tiempo su idilio con los pases de gol, al menos el navarro lucha en defensa y es capaz de superar líneas pegado a la línea de cal para sorpresa del rival. Todo dependerá del mercado y de la productividad de sus compañeros, pero a priori apunta a participar más. Mención aparte para Shon Weissman y Reinier Jesus, absolutamente negados en la faceta goleadora. Enero acaba de comenzar.
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