El Granada, con mejor cara
El 'doce' ·
Hace bien Sandoval, un motivador nato, en centrar sus esfuerzos en aprovechar los partidos que restan de campeonato para mejorar los puntos del equipo y, con ello, la imagen del conjunto ante su sufrida y lealísima afición
La mejoría que el Granada mostró en su juego ante el Valencia, estéril en la consecución de puntos, tuvo continuidad ante el Alavés, esta vez ... con la recompensa de la tercera victoria de la temporada. A ello contribuyó una versión más acertada de los locales y un rival que dejó malas sensaciones en su visita a Los Cármenes. El Granada fue justo vencedor, mejor durante todo el encuentro y, sobre todo, más eficaz en las áreas, no solamente para golear, sino para evitar encajar, con un Batalla que redondeó una magnífica actuación. A buena altura anduvieron como siempre Bruno Méndez y Sergio Ruiz, a los que se unieron un Miguel Rubio sobrio en defensa, un Gumbau cada vez más entonado y un, esta vez sí, eficiente Lucas Boyé, con mayor presencia en el área, protagonista tanto en la jugada que derivó en el penalti transformado por Uzuni como en la consecución de la segunda diana.
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Es penoso que la nefasta temporada que hasta la presente se ha llevado a cabo impida luchar por la permanencia en Primera división, visto el nivel de bastantes de los rivales que en la máxima categoría existen a día de hoy. En la soleada tarde dominical el equipo vitoriano no demostró la diferencia a su favor que el puntaje actual le otorga respecto a los de José Ramón Sandoval. Una pena que las distancias sean tan amplias respecto al cuarto clasificado por la cola hace de la salvación un sueño imposible.
Hace bien el técnico madrileño, un motivador nato, en centrar sus esfuerzos en aprovechar los partidos que restan de campeonato para mejorar los puntos del equipo y, con ello, la imagen del conjunto ante su sufrida y lealísima afición. Escalar aunque sea una posición en la tabla también mejoraría la economía para la siguiente campaña.
Lo de Samu Omorodion merece capítulo aparte. Sorprende que en la semana de su regreso a Los Cármenes firme una demanda contra el club por cláusula abusiva. Rechazable es cualquier insulto a un deportista desde la grada, pero hay que estar sobrado de orgullo y/o falto de buenos consejos para provocar un rechazo generalizado evitable.
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