Uzuni riega más su jardín por Navidad

El Granada se pasó por un balneario con permiso del Cartagena. Tras el fiasco en Oviedo, necesitaba una goleada terapéutica que le dejara meter presión a sus contrincantes en la lucha por el 'play off' y que, sobre todo, cundiera la motivación antes del complicado viaje a Eibar. Fue todo casi perfecto salvo por el percance de Rodelas. Uzuni adelantó por la derecha a Luis Javier Suárez en su lucha por el pichichi. Este miércoles le toca disparar al colombiano.

La noche arreció con una ligera niebla londinense que amuermó al Granada en los primeros compases. Era día y horario laborables, lo que deparó que muchos aficionados llegaron con la hora justa y hasta con el partido empezado. Ese ambiente mundanal afectó a pesar de una gran arrancada de Brau que elevó los decibelios. Un chut de Luis Muñoz desde fuera del área comprometió a Luca Zidane para asombro general, pero lo que le metió en un tinglado fue el fuego amigo. Tsitaishvili, desde la banda, quiso hacer una cesión atrás a mucha distancia del meta y Gastón la interceptó. El georgiano hizo un esfuerzo defensivo presto para rebañar el balón, pero lo mandó a córner. En el saque, bingo para el Cartagena. Valles cabeceó librándose de Brau y arrollando a Villar, sin que nada se señalara. Gol y estupefacción en la grada.

El público se encorajinó en este tramo con los suyos tras el golpe visitante por no aumentar el ritmo y ser más verticales. Al equipo le hizo falta una respuesta rotunda y la encontró en las botas de Sergio Ruiz, titular en ausencia de Hongla. Asumió el mando sin complejos y firmó un envío fantástico a Uzuni, que remató en el área como si fuera un ariete alemán. Buena noticia que el '20' esté con confianza porque la quinta amarilla a Villar le obliga a seguir de inicio en el centro del campo de Ipurua el próximo sábado.

Con centrales tan pasivos como los visitantes, el albanés se podía dar un atracón. El Granada varió de marcha y enjauló al Cartagena, que no tenía ningún rictus competitivo y parecía más sorprendido que nadie por marcar primero. Fuertes en los quites, los rojiblancos forzaron una acción en un rechazo de un centro de Brau. Loïc fue con todo, Ricard acudió al corte con un rival y de ese quite salió una pelota en parábola hacia Uzuni, que de nuevo cumplió su misión en el área.

El león de Berat casi completa un trébol en media hora, pero le salió alta una volea tras 'banana' de Rodelas. El chico de Alhendín estaba efervescente e iba a gozar poco después tras un jugadón de Sergio Ruiz. Weissman participó en el robo y el cántabro salió con un autopase maravilloso para luego correr como un galgo y ver a Rodelas ratonear en el área. Lanzó el canterano con un láser, junto a la base del poste, disfrutando de una gran ovación ante su primera diana con los 'mayores'.

Pero tanto esfuerzo lo pagó su musculatura, ya diezmada de la visita a Oviedo. En un nuevo intento de gol, sintió un mordisco en la zona isquiotibial y tuvo que pedir irremediablemente el cambio antes del descanso. Escribá no quiso apurar pese a que ya estaba el encuentro en el añadido del primer acto y saltó Pablo Sáenz en su lugar.

El Granada pretendió mantener el compás, pero sin que creciera el parte de heridos. El resultado toleró la gestión de esfuerzos y dejó espacio para buscar una mayor renta sin forzar la máquina. La inocuidad del Cartagena se palpó y esto mantuvo el tono apacible para los anfitriones.

Aunque Tsitaishvili buscó su gol, Escribá decidió retirarlo junto a Weissman, que apenas tuvo peso en la cita, para que entraran a la fiesta Reinier y Siren Diao, quienes precisaban un encuentro sencillo para adquirir confianza. Ambos cocinaron la cuarta diana que degustó el omnipresente Uzuni. El brasileño filtró, el catalán se desmarcó sin caer en fuera de juego y Uzuni, desde atrás, apareció ante el central que intentó parar a su compañero para irrumpir y fulminar. El asistente creyó que Diao estaba mal situado, pero el VAR puso las cosas en su sitio y validó el 'hat trick' del '10' nazarí.

No quedó mucho en el plato. El técnico valenciano guardó a Sergio Ruiz, al que necesitará en pocos días, y también a Uzuni, para la vuelta al ruedo. Con Trigueros y hasta el rescate de Corbeanu concluyó el segundo acto, sin mayores sobresaltos. Igual que hay jornadas con trampa, otras se convierten en un paseo militar. Así lo fue contra el Cartagena. No parece que vaya a ser así ante el Eibar de Antonio Puertas, al menos a priori. Costará mucho más.