Rodelas cruje en su cénit

Lo de Rodelas fue la peor noticia de un partido que se apaciguó pronto aunque empezó torcido, como si los futbolistas del Granada siguieran empeñados en sabotearse con la misma caraja de Oviedo por las pocas horas que habían pasado. Dos pérdidas incomprensibles de Uzuni y Tsitaishvili precedieron al gol del Cartagena, pero el propio albanés le dio la vuelta ya asentado como capitán general del equipo y Rodelas fue prendiendo la mecha por su banda izquierda con más compañía de Brau de lo habitual. El canterano había derribado la puerta de la titularidad, ya sin discusión, pero tendrá que pasarse un tiempo fuera en el peor momento posible tanto para él en lo personal como para su equipo por lo que le aporta.

No quiso rotaciones Fran Escribá ni con Rodelas ni con Gonzalo Villar, y ninguno de los dos jugará en la batalla de Ipurua del sábado al ver el centrocampista su quinta tarjeta amarilla en lo que va de temporada. Sin el murciano repetirá de inicio Sergio Ruiz –porque así debe ser, además– aun con la vuelta del sancionado Hongla, y el cántabro vela ya armas. Consciente desde la amonestación a su compañero a los veinte minutos de que jugaría contra el Eibar, a una primera asistencia para Uzuni con un gran centro al área la acompañó con la de Rodelas tras cruzarse la medular con un autopase incluido. Terminó compartiendo ovación de ídolo con el albanés, aunque acelerara para cederle su protagonismo.

Preocupa más lo de Rodelas, con Józwiak entre algodones, toda vez que Pablo Sáenz volvió a mostrar en su reemplazo que no tiene nada que ver con él. Será otra clase de futbolista, pero ninguno que justifique que Guille Abascal no le diera en su día ni un solo minuto al canterano mientras le priorizaba. Aunque, claro, más canta aún lo de Corbeanu. Escribá le dio algunos minutos al final, pero apenas se le vio por más que el Granada siguiera atacando al inclinarse el juego hacia la banda opuesta aunque la afición le aplaudiera al forzar un saque de esquina y robar una pelota.

No aprovecharon tan bien como Sergio Ruiz sus nuevas oportunidades como titulares ni Ricard Sánchez ni Shon Weissman. El lateral trató de reverdecer su conexión con Tsitaishvili, sin demasiado 'feeling' hacia delante y sí algún que otro fregado para atrás aunque acabó con el brazalete incluso, mientras que el delantero siguió torpe de espaldas a portería mientras en el área esperaba centros que siempre iban a otra parte como miles de granadinos el metro durante seis horas esa mañana.

Uzuni celebró su 'hat trick' pese a la incertidumbre que el árbitro se empeñó en darle a su tercer gol al anularlo de primeras incomprensiblemente con Weissman ya en el banquillo. Una ocasión más, y ya van siete desde su fichaje, en la que sale como titular en Los Cármenes sin marcar. Esta vez hasta le acompañaron algunos silbidos a su salida. Intervino en su lugar con algo más de tino Siren Diao, que al menos se dejó atrás la bola que Uzuni se llevó a casa.