A Rodelas le faltan amigos
Ni Weissman ni Siren Diao, tampoco Uzuni al entrar, logran aprovechar ninguno de los numerosos centros que el canterano sirve al área durante el duelo como carta bajo la manga de Fran Escribá ante el reencuentro con Paco López
Tanto se conocen Fran Escribá y Paco López que quien ahora ejerce como entrenador del Granada se propuso sorprender a su viejo amigo con un ... movimiento que ni el más cafetero esperase: la primera titularidad de Sergio Rodelas en lo que va de temporada en Segunda tras la de la Copa del Rey. El joven granadino, extremo zurdo como ellos mismos lo eran, se adueñó de la posición por la que en su día compitieron para castigar la carencia de un lateral derecho natural en el Cádiz por las lesiones de Iza y Zaldua. Todo apuntaba a que por ahí saldría Víctor Chust, pero fue finalmente el capitán Fali quien trató de frenar al canterano. Hizo todo lo que estuvo en sus botas, pero ni Shon Weissma ni Siren Diao supieron aprovecharlo.
Publicidad
Rodelas, motivado al saberse la carta bajo la manga en un derbi jugado al filo de la navaja, con electricidad en el ambiente desde el principio y tensión máxima desde el final de la primera parte, buscó a Fali con insistencia. El veterano central, que no lo es tanto aunque parezca que lleve jugando desde el siglo pasado, se propuso sacarle del partido con malas artes y su particular manera de defender al asomar la cabeza por el sobaco del joven extremo. El de Alhendín, empoderado por la brillantez de sus centros hasta para botar el balón parado, bombardeó el área de David Gil sin amigos dentro.
Cegado el Granada arriba con Myrto Uzuni en el banquillo de inicio por su cansancio al volver de Albania, hasta Rodelas torpedeó el lateral de la red de la portería del Cádiz con el correspondiente efecto óptico de gol en una excepcional jugada ensayada desde la esquina. A la media hora puso un balón soñado a Weissman que el israelí remató como despeja un central quedándose además con cara de no saber qué hacía ahí exactamente. A falta de que sus compañeros se beneficiasen, en otro de sus envíos se llevó puesto al caliente Ontiveros hasta casi sacarle del encuentro.
Paco López, de negro al completo como si fuera de luto, pedía a su equipo que saliera de campo propio sin conseguirlo en buena parte del partido salvo en los contragolpes de Ontiveros y Ocampo para pánico de Miguel Rubio sobre todo. El valenciano no tuvo tiempo de posar su mira sobre Rodelas mientras apadrinaba a Bryan Zaragoza, pero seguro que ya no le olvida. Ni otro exrojiblanco reciente como Óscar Melendo debía conocerle, y ya mejor ni preguntar a Carlos Fernández o a Fede San Emeterio –ovacionados todos al salir y al entrar–.
Publicidad
Aclamado por la afición, Rodelas volvió a buscar la escuadra tras el descanso con un nuevo revuelo de la red por fuera. Tampoco Reinier pudo sacar provecho de otro centro 'hecho en Alhendín', entorpecido encima por el propio Weissman. El israelí intentó asistir al menos a Siren Diao, pero también al joven ariete le falta todavía veneno para las puñaladas en el corazón del área. Ni uno ni otro parecían por la labor de que el Granada ganase el partido, absolutamente negados, especialmente Weissman en un contragolpe con Rodelas y Diao solos a la izquierda y medio Cádiz corriendo tras el israelí.
Uzuni salió para la última media hora, sin goles aún en el marcado, con indulto para Weissman en detrimento de Diao. Sergio Ruiz entregó el brazalete que lucía al albanés, como para reforzarle sus superpoderes. Pero el que la seguía armando era Rodelas, sumándosele Iván Alejo a Fali en su defensa para la recta final. El canterano buscó a su nuevo capitán, sin éxito con él tampoco, y ya en la 'zona Cesarini' le cayeron dos bolas ante las que no supo qué hacer dentro del área con ellas, sin las dotes del padre de su compañero Luca, cayendo rendido al momento. Lo peor de es que tampoco Lucas Boyé garantiza goles a sus centros.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión