Christian Díaz: «Ojalá pudiesen subir los dos directos a Primera»
Base del Covirán Granada y muy futbolero e hincha de Las Palmas, comparte su deseo por que las dos ciudades de su vida tengan «equipos de primerísimo nivel en la máxima categoría como en baloncesto»
Christian Díaz, base del Covirán Granada de baloncesto, vivirá a más de ochocientos kilómetros el partidazo que jugará el equipo del que es hincha desde ... niño, la UD Las Palmas, en Los Cármenes. Y eso que vive en el PTS y en el propio Zaidín antes. «Me habría encantado verlo en el campo. De hecho, vendrán amigos e iba a venir mi padre incluso», lamenta, inmerso en la preparación del importantísimo encuentro que jugará este domingo a las 17h en Manresa y aún chafado por la abultada derrota contra Unicaja y sobre todo por «la actitud de bajar los brazos en ciertos momentos del partido, algo que no se puede permitir y menos en casa y delante de nuestra gente». «Por supuesto que firmo que los dos suban directos a Primera división, ojalá, pero obvio que quiero que gane Las Palmas. Me encantaría que las dos ciudades de mi vida tuviesen equipos de primerísimo nivel en la máxima categoría del fútbol como ya lo hay en baloncesto», comparte.
Publicidad
El 'Pollito', como le apodan por su origen, pronostica un duelo «a cara de perro». «Ambos vienen de perder y, aunque no soy muy entendido de cómo se llevan este tipo de momentos en el fútbol, está claro que será un partido de los que marcan la diferencia en una zona alta que está muy competida, a fuego», observa. «El Granada no ha perdido aún en casa y yo, que vivo al lado de Los Cármenes, escucho siempre a la afición por todo lo alto y seguro que es un plus para los jugadores, pero ojalá sea Las Palmas el primer equipo que gane aquí. No quiero echarme a la gente de Granada en contra y lo diré bajito, pero no puedo ser imparcial», justifica Christian Díaz con una sonrisa.
No quiere creer en «la maldición» por la que los equipos de fútbol y baloncesto de Granada no han coincidido nunca al más alto nivel. «Que ocurra daría un salto de calidad a una ciudad que vive mucho el deporte. El ambiente en la calle cuando hay partido en Los Cármenes es increíble, diferente a lo que estaba acostumbrado. Me flipó el día que jugó aquí el Manchester United, y eso que la gente no podía entrar al estadio por la pandemia, y lo viví al lado, en un bar, como un niño pequeño. La afición merece que el equipo vuelva a Primera después de los altibajos al pasar de Europa a Segunda», opina.
Como hincha de Las Palmas, le sobreviene el fatal recuerdo del 'no ascenso' contra el Córdoba en 2014. «Fue uno de los pocos partidos a los que pude ir en Gran Canaria desde que me fui de allí por el baloncesto, aunque sí lo vi en Lugo y Vigo cuando jugué en el Breogán e iba con mi banderita, todo enamorado, y lo recuerdo perfectamente. Estaba con uno de mis mejores amigos y, cuando en el descuento abrieron las puertas para que entrase la gente de fuera a celebrarlo y se metieron en la pista de atletismo, le dije: '¿Imaginas que se para el partido, nos despistamos y nos marcan?'», rememora.
Publicidad
«Me dijo que no fuese gafe, pero ocurrió y fue un drama. No nos lo podíamos creer. Me quedé dentro del estadio porque pensaba que fuera podía haber una batalla campal», continúa. Se le quedó grabada una imagen: «Hubo gente mayor a mi lado muy triste, y un hombre en concreto que decía que le habían jodido su último deseo de ver ascender a Las Palmas a Primera división. Eso me reventó por dentro y me hizo ver, a mí que he vivido ascensos y 'no ascensos' como jugador y sé que es duro, lo que son el deporte y su equipo para un aficionado», comparte. Los amarillos sí subirían al año siguiente, aunque ya no lo pudo vivir en el estadio «pero sí en la calle».
En la playa
Como buen canario, Christian Díaz empezó a jugar a la pelota en la arena y siempre con el pie. «Iba con familia y amigos a Las Canteras, Maspalomas, Playa del Inglés... y jugaba al toque, al toque, al toque… El fútbol me encanta desde pequeñito, siempre quise jugar y aún juego, sobre todo en la playa, aunque también me meto en alguna pachanga e incluso torneos en verano con amigos que estuvieron en Segunda B y Tercera. De hecho fui pichichi alguna vez, metiendo goles de cabeza», apunta. «Me gusta jugar como delantero centro cuando juego con gente muy bajita o como extremo derecho porque me gusta ponerme a corretear con el pique sano de rebasar en el uno contra uno a mis amigos, que son más delgaditos y mucho más rápidos», confiesa, divertido.
Publicidad
Con Leo Messi como referente desde pequeño «por su perfil de jugador y también todo lo que representa y trasciende como persona», Christian Díaz cree que podría haber sido un buen futbolista. «Todo es entrenar, ¿no?», cuestiona. «Y yo soy de los que le echa horas si le gusta. Los futbolistas profesionales tienen un prototipo diferente al mío hoy día, pero si me hubiese dedicado al fútbol habría sido más delgadito y no habría hecho tantas pesas», indica.
El baloncesto, sin embargo, entró en su vida a través de su hermana mayor, Jasmina. «Jugaba en el equipo femenino de Gran Canaria y cuando iba a recogerla con mis padres me quedaba peloteando, corriendo y tirando hasta que poco a poco fui cogiéndole el gustillo. Cuando a los ocho años quise empezar a practicar deporte le dije a mi madre que quería hacer fútbol pero ella insistió para apuntarme a baloncesto primero. Me habría cambiado si no me hubiese gustado, pero me gustó y ya compartí todos esos años con prácticamente los mismos compañeros hasta la categoría júnior, con 16 años», se congratula. «El fútbol pasó a ser un hobby con mis amigos, aunque los entrenadores me decían que tenía una habilidad especial o diferente a la del resto por ser zurdo», añade.
Publicidad
A juicio de Christian Díaz, al jugador canario lo caracteriza «la alegría, tanto en el fútbol como en el baloncesto». «Cuando nos divertimos, se nota nuestro ADN. Tenemos una chispa diferente a la hora de jugar!, aprecia, enamorado de Jonathan Viera. QTengo activadas las notificaciones de las redes sociales de Las Palmas y me encanta verle cuando hace rabonas o vaselinas en los entrenamientos, es una pasada. Me flipa«, admite.
Añoranza de la tierra
Con más de una década de carrera profesional fuera de Gran Canaria, Christian Díaz echa de menos su isla. «Cuando me preguntan qué haría si tuviese una oferta de Gran Canaria o Tenerife siempre digo que defender los colores de mi tierra sería maravilloso, fantástico, pero también es cierto que tengo asociada mi tierra a la desconexión y se me haría bastante raro realizar mi trabajo allí», expone con nostalgia por su calor, «aunque el tiempo de Granada lo camufla un 'poquillo'» para echarlo en falta «menos que en Lugo», por ejemplo.
Publicidad
«Lo que más echo de menos, sobre todo, es a la familia y a los amigos. Es jodido no poder estar con ellos en los momentos difíciles, pero como deportista te acostumbras y es lo que hay, aunque aquí esté encantado y tenía claro que quería venir a Granada al salir de Lugo», objeta el 'Pollito', que no se replantea qué equipo quiere que venza este sábado en Los Cármenes por mucho que lo sienta por el Granada y desee que suban los dos.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión