Cervera logra que el Oviedo compita con inmediatez

Desde entonces, la sensación de que el equipo no ha dejado de crecer bajo el paraguas de la idea de Cervera es constante y coloca al Real Oviedo como un candidato seguro al ascenso por la inmediatez con la que se han cercenado sus problemas atrás. En Copa el análisis se recrudece incluso. A un partido, el cuadro del otrora 'gafa' es un animal competitivo capaz de aguar la fiesta a cualquiera.

En hacer del fútbol algo sencillo está lo más difícil de la profesión y Cervera lo ha vuelto a lograr por el momento en Oviedo. Lo mismo que hizo en su Cádiz más representativo le está resultando en el Carlos Tartiere. Dos líneas de cuatro que dejan pocos espacios y cuya prioridad es dar equilibrio al equipo. Arriba, dos puntas parecidos a los que otorgar toda la responsabilidad del gol y a los que implicar en la defensa, sobre todo, del balón parado. Se trata de un modelo que no sorprende al rival pero sí lo condiciona a llevar el peso del partido y poner mil ojos en las vigilancias. La receta de Cervera destaca por su sabor a efectividad.

En cuanto a nombres, si por algo se evidencia el cambio de Jon Bolo por Álvaro Cervera es en la portería. Casi nada ha jugado el veterano Tomeu Nadal desde que se diera el relevo en el banquillo. Quentin Braat es quien ha venido ocupando la portería en ocho de los doce encuentros que ha dirigido Cervera al Oviedo. Habrá que ver si mantiene al portero francés en copa o el ahora suplente en Liga, Nadal, asume el duelo. Sus números en defensa han mejorado, si bien no es cosa únicamente del meta.

En cuanto a la zaga, destaca que Aceves, expulsado ante el Granada, no ha vuelto a tener minutos, repartiéndose la zurda Pomares y Abel Bretones, extremo reconvertido por Cervera. La derecha es de Ahijado. Sí se mantiene indiscutible Dani Calvo en el centro. Su compañero los últimos duelos ha sido Tarín, desplazando a David Costas. Luengo, titular en Copa, espera su momento.

El Oviedo de Bolo quería jugar. Llevar por un camino trenzado el balón a la portería. Allí esperaba algo aburrido Borja Bastón, que con Cervera ha recuperado su olfato de siempre. El delantero llevaba tres goles hasta que llegó Cervera, de cuyo juego directo y su afán por colgar balones al área se está nutriendo hasta alcanzar ahora la cifra de diez goles. le acompaña un Sergi Enrich voluntarioso pero menos iluminado.

Las bandas son para Hugo Rama y Viti Rozada.El centro del campo se ha convertido en una línea de transición, discreta pero efectiva donde han perdido peso jugones como Mier, Flores y Montoro, ganándolo un casi tercer central como Luismi y Jimmy Suárez. Doble pivote.