Cervera impone su filosofía para volver a competir

Antes de lamentar más tiempo perdido, el Oviedo tomó una decisión radical, destituyó a su gran apuesta y al director deportivo, para dar un volantazo. Si con Bolo se pretendía afianzar un estilo alegre y sobrellevar la partida de Ziganda, la opción 'B' ha resultado ser Álvaro Cervera. Palabras mayores en cuanto a competitivdad y honestidad con un vestuario.

No hay misterios con Cervera. El técnico quiere implantar la misma semilla de competitividad en Oviedo con la que llevó al Cádiz a Primera. Apuesta por cerrar su portería y construir desde ella sus victorias. Eso sí, ha aterrizado en un vestuario exigido en lo deportivo y agotado en lo psicológico. Los resultados aún no han llegado y el tiempo juega en contra de toda adaptación.

El fútbol vistoso que Bolo alcanzó con la Ponferradina hizo de efecto llamada. El proyecto parecía apuntar con galones a la lucha por el ascenso, por lo que jugadores con cartel de Primera como Miguelón, Ángel Montoro, el valencianista Koba o el ariete Sergi Enrich se dejaron engatusar por la oferta ovetense. También suponía un gran refuerzo la llegada de Carlos Pomares desde Tenerife. Refuerzos todos ellos con suficiente calidad para ilusionarse. Sin embargo, la salida de Bolo ha dejado una responsabilidad añadida a los recién llegados, dispuestos ahora a morir por Cervera.

El Oviedo cuenta con buenos jugadores en defensa. Apenas ha encajado 13 tantos, siendo el equipo que menos goles ha recibido de los últimos seis de la tabla. En portería cuentan con un muro que ya brilló en Albacete. Tomeu Nadal es garantía para sus compañeros, aunque no puede sacarlo todo. Es indiscutible por delante del desconocido Quentin Braat.

El centro de la zaga también parece en buenas manos con un jugador ya consolidado en la categoría como Rodrigo Tarín, al que acompañaDani Calvo por lo general. David Costas también ha aparecido en momentos puntuales. Si existen dudas en, sobre todo, en los costados. A principios de temporada todo lo que no fuera jugar con Miguelón y Pomares parecía extraño, pero su bajo nivel ha abierto la puerta a que Lucas Ahijado mantenga su titularidad en la diestra y Aceves se gane la diestra.

Por delante ha ocurrido algo similar. El núcleo cuenta con jugadores prácticamente fijos, como un Ángel Montoro que crece partido a partido, acompañado por Luismi. Las dudas vuelven a expandirse por las bandas, con Hugo Rama acostado en una cada vez con mayor asiduidad y disparidad en la elección del otro extremo, a veces Borja Sánchez, otras Koba o Viti.

En punta es un fijo Borja Bastón, que no tiene un socio definido tras este primer tercio liguero. Sergi Enrich parecía la opción más lógica al llegar de la mano de Bolo, pero solo ha metido un gol y ha perdido fuerza. Samu Obeng y Flores son alternativas, pero el gol únicamente lo ha aportado Bastón con cinco dianas.