Certezas, dudas y alternativas

El viraje del entrenador entre el encuentro con la Real Sociedad y el que le midió al conjunto castellonense conlleva que no esté nada claro quiénes formarán su alineación contra el otro 'submarino amarillo' de la Liga, el Cádiz. Son inquietudes que él resolverá con su cuerpo técnico, pero desde fuera aparecen algunas certezas, muchas dudas y ciertas alternativas por explorar con el que dar forma a una alineación titular que compita con uno de sus perseguidores en la clasificación. Encontrar el mejor equipo posible para que llegue ese rendimiento acorde al reto establecido.

No es fácil confirmar jugadores fijos, pero sí parece que hay un ramillete de jugadores que constituyen su núcleo duro. Este tronco empieza en la portería, en la que gobierna Luís Maximiano. Es la pieza más indiscutible de su mecano. Dominante bajo palos, pese a los malos resultados ha evitado muchos goles de los rivales gracias a sus extraordinarias paradas. Sin duda, es la incorporación para esta temporada que ha rayado a mayor altura.

En la defensa hay una garantía en el lateral izquierdo siempre que esté disponible. Salvo por rotación cuando se acumularon encuentros, Carlos Neva ha gozado de la confianza plena de Robert Moreno, como la tuvo en su día con Diego Martínez. El gaditano hasta fue de la partida en Elche, tras pasarse varios días sin entrenar por las sospechas de un positivo en covid-19 que al final no fue así. Escudero, pese a su experiencia, no ha supuesto una competencia real. Incluso se han complementado en algunos momentos, con el pucelano situándose como extremo en las segundas partes de ciertos enfrentamientos.

Luis Milla es el timonel de su centro del campo. Con dos o con tres pivotes, Moreno siempre le ha dado galones al madrileño, sobre el que ha intentado que gravite el juego del equipo. Ahora, sin Gonalons, su importancia aumenta. Otro habitual es Antonio Puertas, suplente en Anoeta por pasar el covid esa semana, pero en el 'once' con el Villarreal. El almeriense se suele apoderar de la banda derecha, aunque también se perfila por la izquierda en algunas situaciones. El sábado disputó toda la segunda mitad como carrilero. Puede estar más o menos brillante, pero lo da todo en el campo y tiene instinto goleador.

El quinteto lo cierra Luis Suárez, delantero referencia del equipo. A veces no afina con la diana, pero siempre genera peligro con sus embestidas. Con el Villarreal, empezó inclinado a la izquierda, pero con la lesión de Gonalons pasó una doble punta con Jorge Molina. Su complicidad con el de Alcoy es notoria, sobre todo en los mejores momentos del curso.

A partir de ahí, empieza el terreno de las dudas. Como es lógico, Robert necesita armar primero su defensa. En esa zona, Quini siempre ha parecido un elemento esencial, sobre todo desde que se lesionó Arias y con la evidente inclinación de Víctor Díaz hacia zonas interiores de un tiempo a esta parte. Sin embargo, los errores del cordobés el sábado dejan abierto si seguirá en la diestra de la retaguardia o si Moreno profundizará en la zaga de tres centrales que, aparentemente, fue una de las claves tácticas de la mejoría tras el descanso. En cualquier caso, en la ecuación le tocará resolver las identidades de los que protejan por dentro.

El volantazo ha sido evidente. Parecía que la pareja Germán-Torrente tenía visos de continuidad, madurez y juventud bien mezclada. En San Sebastián, debido al luto por el fallecimiento de su padre, el gaditano no viajó y fue Domingos Duarte el que hizo dúo con el chaval murciano. No debieron convencer al técnico, que apostó por la vuelta de Germán y el rescate de Víctor Díaz con el Villarreal. Torrente se unió a la línea después del entreacto. Un sistema con carrileros, con mayores exigencias para quienes ocupen la demarcación en banda.

En este ámbito con interrogantes está Jorge Molina. Máximo goleador del equipo la campaña pasada y en la actual, vivió su apogeo del curso con el Mallorca y anotó también con el Atlético de Madrid, pero en este 2022 se ha quedado seco de momento. Robert le mandó al banquillo en las dos últimas salidas, aunque siempre contó con él como revulsivo. Retornó a la titularidad el sábado, primero como 'nueve' en solitario, luego con Suárez más cerca. El preparador catalán tendrá que evaluar si en su esquema cabe un punta o dos.

A partir de aquí, llega el capítulo de las alternativas. Víctor Díaz es una, como lateral o central. Domingos Duarte, otra, pese a que quedó inadvertido el pasado fin de semana. Uzuni ha sido la solución al vacío teórico que dejaba Machís. Titular en Madrid y Donosti, salió pronto el sábado, cuando Moreno prefirió variar el sistema con la lesión de Gonalons. Petrovic hubiera sido una sustitución hombre por hombre, pero el serbio salió en la segunda mitad. Collado es otro que no tiene un papel definido. Su protagonismo en los planes era creciente, pero desapareció cuando parecía que se consolidaba en la formación.

Por último, quedan otras posibilidades con un rol abierto. Arezo fue la gran inversión invernal. Debutó en el Bernabéu y se fajó con la defensa de la Real una semana después, pero no disputó ni un segundo con el Villarreal. A Rochina le pasó esto último también, cuando parecía que iba entrando en los planteamientos del técnico tras dejar atrás su lesión de tobillo. Isma Ruiz salió en Getafe y luego nada. Soro quedó indultado. Con Machís no se sabe muy bien qué pasará. Podría parecer que tener muchas soluciones es bueno para el 'jefe' del vestuario pero, de momento, acarrea confusión, sobre todo cuando el calendario depara un partido por semana. Moreno cuenta con unos días valiosos para alistar a la tropa correcta.