Dos futbolistas del Betis se abrazan tras el primer gol del partido. ALFREDO AGUILAR
La Crónica

Canales hurga en las miserias defensivas del Granada

El cántabro ajusticia en el minuto 89 después de que los rojiblancos, muy irregulares, hubieran empatado un choque en el que pudieron ser goleados

Martes, 14 de septiembre 2021, 00:16

Sergio Canales hurgó en las miserias defensivas de un Granada irregular, que sigue sin ganar en Liga y sin encontrarse. Es un conjunto achacoso y ... muy vulnerable, que concede demasiado, bastante pretencioso para lo que le da con el balón. Pudo llevarse una tunda de cuidado en el primer tiempo, pero solo encajó muy al final del acto, en una metedura de pata en un saque de banda. No espabiló en demasía después, al filo del precipicio siempre, pero el fútbol tiene caprichos, instantes para los 'gourmet'. Rochina sacó un pase gran reserva que engulló Suárez para golpear de lleno a Rui Silva. Cuando el equipo parecía adentrarse en un remanso de paz, con la duda de si asediar o guardar la ropa, llegó una indecisión ante Canales, que descuartizó a Domingos y cuantos compañeros le quisieron auxiliar. Minutos finales que exigen concentración. Se fueron dos puntos con el Valencia y uno frente a los verdiblancos.

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Granada

Maximiano; Arias, Domingos, Germán (Luis Abram, m. 59), Neva; Gonalons, Monchu (Eteki, m. 84), Montoro; Soro (Bacca, m. 59), Machís (Rochina, m. 64) y Luis Suárez (Jorge Molina, m. 84).

1

-

2

Real Betis

Rui Silva; Bellerín, Bartra (Pezzella, m. 14), Víctor Ruiz, Álex Moreno; William Carvalho (Canales, m. 64), Guido Rodríguez; Tello, Fekir (Camarasa, m. 64), Rodri (Joaquín, m. 73); y Borja Iglesias (Willian José, m. 46).

  • GOLES 0-1, m. 45+3: Rodri; 1-1, m. 65: Luis Suárez; 1-2, m. 89: Canales.

  • ÁRBITRO Guillermo Cuadra Fernández (comité balear). Amonestó al local Gonalons (m. 91); y a los visitantes Borja Iglesias (m. 15) y Fekir (m. 23). VAR: Iglesias Villanueva (comité gallego).

  • INCIDENCIAS Partido correspondiente a la jornada 4 de LaLiga Santander, disputado en el estadio Nuevo Los Cármenes, ante 10.201 espectadores. Se homenajeó al Granada femenino en el descanso, recientemente proclamado campeón de Andalucía.

Robert Moreno se ha empeñado en que toque el violín una banda de percusionistas y lo normal es desafinar al principio. Habrá que ver por cuánto tiempo soporta tanta descoordinación y qué tolerancia halla en el club. Quitó a cinco de Vallecas pero el equipo sufrió igual en defensa, envuelto en una patosa coreografía. Si los automatismos con el balón están en precario, las vigilancias para recuperar el esférico se hacen tenebrosas. Choca a la vista por cómo apretaban algunos intérpretes en un pasado no tan lejano, cuando la preocupación no eran los conceptos, sino los valores.

El equipo se distribuyó con el clásico 4-3-3, pero con Santiago Arias y Alberto Soro en la derecha. Sufrió el colombiano ante Tello, aunque demostró algo de amor propio hasta que llegó la pifia el gol bético, un saque de banda infame. Físicamente aún está en pretemporada. El maño, por delante, buscó insertarse en diagonal para dar suministro al ataque, pero se quedó enredado en la maraña rival, en el limbo. El Betis es un equipo más robusto, con su modelo de construcción más afianzado y varias luminarias que le dan las chispas. Una de ellas es Rodri, que puso en jaque a Carlos Neva y que materializó un bello gol en un regalo incomprensible del Granada. Otra es Canales, guardado para descorchar el champán al final.

Ambos superaron al debutante Maximiano, que dejó un rosario de buenas paradas en el primer tiempo y algún desatino con la pelota en los pies. Una de ellas le pudo salir cara ante Tello, que le desvalijó pero no supo orientar el tiro final a la red, algo ladeado.

Antes, el heredero luso de Rui Silva, mero espectador justo enfrente hasta los minutos finales, había estirado la pierna para evitar el tanto de Fekir, que se encontró un latifundio sin dueño. El francés volvería a comprometer al de negro con otro disparo enroscado que palmeó Maxi y repelió el poste.

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La retaguardia local seguía petrificada, pasiva en los córners del rival y sin profundidad alguna. La pretensiosa salida aseada se imposibilita por los malos movimientos de apoyos de los futbolistas a partir del medio campo. Solo brotó algo nutritivo tras un intento de centro de Arias que obstaculizó un bético y que le llegó a Monchu. Su envío sí aterrizó en el área, pero Montoro no pudo empalmar cómodo.

El Granada seguía jugando a la ruleta rusa, descamisado y con una botella de vodka en la mesita. De un saque de banda de Arias nació una pifia descomunal. Buscó a un compañero atrás, pero interceptó el rival y ni Soro ni ninguno después supo hacer de cortafuegos. Rodri danzó con garbo hasta el otro sector y cerró con clase. Amargó el descanso.

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No tocó nada Moreno y nada más volver casi da el golpe de gracia el Betis en una nueva oleada que trataron de interrumpir Maximiano y Germán, pero que acabó sacando Arias bajo palos. El Betis indultaba una y otra vez a los rojiblancos, pero su ventaja era corta. Antes de cumplir una hora de encuentro, Abram se puso a la vera de Domingos y cortó pronto una acometida. Bacca agarró el desvalido ariete desplazando a Suárez a la derecha, eliminado Soro de la ecuación.

Pronto quedó orillado Machís, al que el tinte oscuro tampoco le ordenó las ideas. Suárez cambió al surco izquierdo para que Rochina inventar desde la diestra. En su primera intervención, iluminó un cambio de orientación extraordinario que permitió recibir al irascible cafetero en posición ideal para empitonar. Levantó a una grada hastiada, febril por animar a sus muchachos, las bufandas al aire.

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Fue un despertar coral porque el Granada se vio enganchado al partido con el 1-1 y trazó sus mejores momentos de fútbol. Quedaba tiempo para ahogar las penas, aunque algunos elementos se obsesionaban en agradar, como Monchu, y retorcían las cosas. Espabilado estuvo Carlos Neva, al que la llegada de Escudero ha activado más aún.

Pareció quedarse sin gasolina el Betis y al Granada le quedó algún galón en el depósito. Suárez percutió por banda y Bacca buscó la rúbrica, pero Rui palmeó la bola como si fuera un insecto hasta atraparla. Joaquín, que fue recibido con aplausos por el respetable local, quiso hacer mella en Maximiano, pero este siguió ágil a ras de hierba (aunque algo extravagante con los pies).

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Moreno remató la rueda de cambios con Eteki y Molina. El de Alcoy casi se luce en otro envío delicado de Rochina, pero Rui reaccionó y estaba en fuera de juego en cualquier caso. Neva se acalambró, omnipresente, y su equipo dudaba si arriesgar o pactar las tablas. Canales rechazó el armisticio y se escurrió entre tantos enemigos como le salieron por el camino, fatal Domingos, para apuntillar al Granada y llevarse los puntos para Sevilla. Una suficiencia tremenda para mandar a los anfitriones a la lona. La segunda pretemporada rojiblanca no ha dado para más y ahora el calendario se comprime y se hace infernal. Panorama complejo.

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