Boyé conduce a un Granada más afilado hacia su primer triunfo de pretemporada

La imagen nazarí fue radicalmente diferente a la que se pudo apreciar en el estadio Jesús Navas. El amistoso ante el Sevilla reveló a un equipo aún por hacer tanto en la creación de juego, como en labores defensivas, pero los rojiblancos corrigieron a tiempo y subieron el nivel frente el Al-Nassr de Cristiano Ronaldo, que no entró en la convocatoria pese a llegar a tiempo a la concentración de la expedición arábiga en Montecastillo. El Granada entró al choque con intensidad y orden táctico. De nuevo, un 4-4-2 marca de la casa de Abascal con Marc Martínez otra vez bajo palos y que a la postre cuajaría una excepcional actuación, relanzando así su candidatura para la titularidad y olvidando su fallo ante Las Palmas. Detuvo un penalti a Talisca y echó el cerrojo ante las intentonas rivales con paradas y reflejos de primer nivel.

En la zaga repitió Pablo Insua, que secó a los delanteros del Al-Nassr junto a compañero fue Miguel Rubio. El capitán Carlos Neva y Ricard Sánchez ocuparon los laterales. El diestro encontró un filón por su banda con Giorgi Tsitaishvili. Ambos fundaron para la ocasión una sociedad letal que volvió loco a Alex Telles. El brasileño no supo cómo parar las subidas rojiblancas. En una de ellas el balón le llegó a Sergio Ruiz –incombustible hasta su sustitución– sobre la línea de fondo, que cedió entre líneas para el catalán. Este trató de conectar con Shon Weissman y Lucas Boyé, pero la defensa desbarató la jugada. El acierto del argentino llegaría más adelante, cuando remachó a gol una de las escasas ocasiones de las que dispuso. Formó pareja en ataque con el israelí, que no estuvo fino al mandar a las nubes un buen envío lateral del georgiano. Martin Hongla en la medular y Kamil Jozwiak en la izquierda completaron el once titular, que continuaría intacto hasta el arranque de la segunda mitad por primera vez en los cinco amistosos disputados. Quizá una señal de que el preparador hispalense va encontrando su alineación predilecta.

Por parte del rival, Anderson Talisca presentaba la máxima amenaza para los nazaríes. Luchó y se fajó hasta el final con los defensas del Granada, que controlaron bien sus movimientos. Únicamente gozó de un cabezazo picado tras escaparse de su marca. Ricard molestó lo justo y la pelota se marchó por encima del larguero. El punta sudamericano terminó desquiciado, al igual que otros efectivos de la escuadra arábiga, y con amarilla. Hasta falló un discutido penalti en el segundo tiempo que él mismo forzó tras un chut que repelió Insua. El árbitro apreció mano dentro del área, pero la tenía pegada al cuerpo. Con todo a favor, tardó en la arrancada, hizo 'paradinha' y Marc Martínez emergió para desbaratar el intento con ayuda del poste. El meta realizó un gran partido. Además de la pena máxima, también anduvo atento y seguro para evitar dos goles claros de Brozovic. El croata se internó solo en el área, pero el ex del Cartagena sacó pecho.

Abascal movió el banquillo tras el arreón del Al-Nassr con el empate entre ceja y ceja. Ignasi Miquel y Rubén Sánchez refrescaron la defensa para controlar las embestidas del ex del Liverpool Sadio Mané, que entró desde el banquillo, Ghareeb o Maran. Este último se llegó a plantar frente a Marc, pero su disparo cruzado no pasó del portero nazarí. También tuvo tiempo para debutar con el Granada el flamante fichaje Loïc Williams. Siete minutos en los que el encuentro se difuminaba a favor de los visitantes con tanta sustitución y una pausa de hidratación que sirvió como la campana de boxeo.

Para unos o para otros, el choque estaba en los extremos. Pablo Sáenz y Theo Corbeanu volvieron a poner en problemas a los defensas saudíes. Velocidad, regate y potencia en el disparo para tratar de sorprender a Nawaf y cerrar la victoria. El canadiense estuvo brillante, aunque algo chupón al buscar siempre el lanzamiento al finalizar su diagonal. También entraron Myrto Uzuni, que lideró al final con un cambio a 4-2-3-1, y Sergio Rodelas por Óscar Melendo, que se retiró a los pocos minutos de su salida al notarse molestias. Los futbolistas del Al-Nassr siguieron protestando al árbitro como al filo del descanso. Durante el añadido, Lucas Boyé aprovechó un envío de Tsitaishvili desde la esquina para romper su sequía goleadora. La pelota quedó muerta en el área pequeña, donde no perdonan los 'killers'. Se pidió falta de Insua en el salto. Lluvia de amarillas y a vestuarios. Primera victoria de pretemporada antes de poner rumbo al trofeo Ciudad de Granada.