Cuando Díaz de Mera Escuderos señaló el final del partido en Balaídos, a Diego Martínez se le debió escapar un suspiro de alivio. La ... progresiva extensión comercial del 'Black Friday' se trasladó al calendario del Granada, que en todo el mes de noviembre solo rascó un punto en Liga, como ya le sucedió hace un año. Este domingo, el conjunto rojiblanco despidió un 'Black November' que se saldó con tres derrotas en cuatro duelos y sin victorias en la competición doméstica. Las sonrisas se quedaron para lucir en Europa, donde, por cierto, espera un PSV en estado anímico opuesto.
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En Vigo, donde no pudo haber reencuentro con Vadillo -qué vueltas da el fútbol-, el conjunto nazarí perdió por orden de Iago Aspas, un genio que juega como un Peaky Blinder vengativo cuando se enfrenta a las franjas rojiblancas horizontales: trajeado y sutil en el trato del balón, pero con inquina y navaja. Diego Martínez leyó bien lo que sería el choque y juntó a tres centrales que contuvieran los móviles ataques celestes, con al menos cuatro hombres en cada embestida, pero no pudo controlar al príncipe das Bateas, más bien rey desde hace tiempo. Él es su propia revolución, que diría Tommy Shelby, imposible de gobernar.
El de Moaña se deslizó por donde quiso y percutió por el centro en su primera acción, en la que obligó a actuar a Rui Silva tras habilitar a Santi Mina. El luso, con una exhibición felina, evitó una goleada e incrementó su caché. Y, aun así, la cosa comenzó bien, al menos, en lo que al marcador respecta, porque Milla logró que un balón en largo atravesara el ciclón celtista y cayese frente a Luis Suárez. Una invitación a la carrera que el colombiano aceptó sin dilación. Dejó atrás a Renato Tapia y definió con una sutileza impropia de tal potencia. El bisonte amenaza con enchufarse.
La acción granadina desobedecía las demandas de Aspas, así que el punta propuso a sus compañeros neutralizar la ventaja. Nolito, tras ser indulgente en un regalo previo del gallego, se olvidó de su breve estancia en Los Cármenes. Perdonaron ambos conjuntos antes del intermedio y un tramo manso tras el entreacto parecía pactar la paz, pero el '10' no cede ante uno de sus rivales favoritos, y menos si ofrece ciertas facilidades atrás. Sirvió a Baeza, que marcó después de algunos rebotes, tras marear a Duarte y dejó atrás a Rui, el único que le quedaba por burlar sobre el césped, para asistir a Fran Beltrán. Generó en total nueve ocasiones, más que ningún otro jugador durante un único encuentro en lo que va de Liga.
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Lo único que pudo sacar el Granada entonces fue la expulsión de Okay por dar un tirón de pelo a Milla -resulta extraño que en una misma jornada se revisen dos acciones de este estilo-. Aspas barrió el particular récord de partidos sin ser remontado que albergaba el conjunto rojiblanco -ni siquiera eso ha dejado en pie este negro mes de noviembre-, que abraza ya al mes de diciembre con esperanza. De momento, trae bajo el brazo un alivio de las restricciones en la provincia, quién sabe si como preludio de mejores resultados para el cuadro de Diego Martínez, que puede apaciguar su frustración este jueves.
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