Balance de la temporada | Se cumplió la profecía de John Jiang
El presidente prometió devolver al equipo a Primera «como máximo en dos años» y sus actuales gestores lo han logrado no sin dificultad
Miércoles, 5 de junio 2019, 10:11
Se cumplió la profecía del presidente del Granada John Jiang que dijo, tras el descenso, que el equipo volvería Primera división «como máximo en dos ... años». Su promesa ha entrado en plazo, no como otras, aunque para que se obrara ha tenido que revolucionar los órganos de gestión del club, con dirigentes que marcaron pautas distintas.
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Tras el batacazo de su primer año como principal propietario y un segundo ejercicio marcado por la decepción de no disputar ni siquiera la fase de ascenso, el tercer curso ha culminado en éxito bajo un discurso moderado y prudente, con un equipo luchador y entregado.
Cambio en el discurso
El 'pasito a pasito' como mensaje oficial
Esta temporada se empezó a formar hace poco más de un año cuando Antonio Cordón, responsable deportivo del grupo Hope, concedió una entrevista a IDEAL que fue toda una declaración de intenciones. Resumió una campaña para olvidar y pronosticó qué líneas armarían el futuro: «Entiendo que se habló de unas exigencias importantes cuando comenzó la temporada. Todo el mundo estaba mentalizado de que el equipo tenía que subir sí o sí y esto es muy difícil. Si se miran las estadísticas sobre los equipos que descienden, al año siguiente son pocos los que regresan. Es una categoría muy complicada a la que hay que adaptarse. Creo que hemos sido víctimas del mensaje que se dio en un principio y realmente teníamos que haber tenido más calma. La gente lo habría entendido», comentó.
A partir de ahí, el club elaboró un eslogan, el 'pasito a pasito', que estuvo en boca de todo aquel rojiblanco que se exponía ante los medios de comunicación. El que con mas ahínco lo suscribió fue el propio entrenador. Diego Martínez fue la segunda opción de una cúpula que había tentado primero a Francisco Rodríguez para el cargo. Esta negociación no avanzó y se abrió la vía con el gallego. Del buen entendimiento se pasó a una perfecta sintonía.
El nuevo entrenador
Diego Martínez convierte el vestuario en una familia
Martínez venía de un frenazo en su carrera. Había fichado por Osasuna, también recién descendido, y tampoco había logrado meterlo en fase de ascenso. Resolvió su contrato y llegó a Granada con la responsabilidad de triunfar en la tierra en la que empezó como preparador en Tercera división, la ciudad de su esposa.
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Desde el principio, el gallego instauró unas bases claras de convivencia y forjó un equipo a su medida, al que se fueron incorporando algunos futbolistas que habían coincidido con él en el Sevilla Atlético, como Martínez, Fede San Emeterio y Pozo. Con un presupuesto menor al del curso anterior, ajustando cada operación de fichajes, llegaron muchas caras nuevas en todas las líneas. También decidió darle oportunidad a algunos jugadores que estaban a la sombra, sobre todo en la etapa de José Luis Oltra.
Los 'renacidos'
Puertas, Germán o Montoro cambian su rol en el equipo
Antonio Puertas, en su regreso a la casa rojiblanca, había firmado un ejercicio calamitoso, fallón y sin la confianza de Oltra. Germán empezó de titular pero, tras volver de una lesión, se topó con que Chico Flores y Saunier eran indiscutibles. Montoro, aunque sí era titular, no había alcanzado su mejor versión. Todos ellos se transformaron con Diego Martínez.
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Puertas se ha convertido en el pichichi del equipo, apareciendo desde la segunda línea con enorme peligro, sobre todo en la primera vuelta, recuperando el hilo en las últimas semanas, implicado al máximo en la causa del ascenso.
Germán ha sido el gran líder de la retaguardia, la mejor de Segunda división, con compañeros que han sabido estar a la altura y un portero, Rui Silva, que salió del ostracismo para convertirse en uno de los mejores activos de la plantilla debido a su juventud.
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Montoro, por su parte, ha sido el comandante del centro del campo. Una brújula para el conjunto, que encontró en San Emeterio el guardaespaldas perfecto.
Zona de ascenso
Prácticamente toda la temporada en la parte alta
Los nazaríes se asentaron muy pronto entre los seis primeros y han pasado la mayor parte de la temporada en zona de salto directo. Tras un comienzo dubitativo, fueron encadenando buenos resultados, para alcanzar el primer puesto tras una memorable actuación en La Romareda. Un 0-2 que se quedó corto para los méritos rojiblancos, en una cita en la que marcaron Fede Vico y Álvaro Vadillo, dos de las incorporaciones más rutilantes en ataque.
El peso ofensivo ha rondado sobre todo la mediapunta, si bien a última hora se han sumado a la fiesta tanto Rodri Ríos como Adrián Ramos. Ambos puntas pasaron por un largo periodo de sequía, pero el Granada no llegó a resentirse porque supo aprovechar cada oportunidad que se le presentó.
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El derbi que cambió todo
Ganar al Málaga en La Rosaleda, una gran alegría
A pesar de su evidente regularidad, la escuadra también ha tenido algún altibajo. Uno de los momentos de duda llegó en la visita a La Rosaleda, cuando el Málaga parecía la gran potencia de la categoría. El Granada llegaba tras tres jornadas sin vencer a un campo en el que los locales no conocían la derrota.
Un gol de Ángel Montoro a la salida de un córner, con algo de fortuna, dio una ventaja que, a la postre, fue decisiva. Esto le dio un arreón de moral al proyecto, aunque nadie se desvió de la prudencia. El míster siguió otorgando relevancia a cada rival, a cada jornada. Celebraciones austeras y templanza en las fases aciagas permitieron que el grupo siguiera progresando.
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2018 concluyó con el Granada como primer clasificado. En el nuevo año cedería un peldaño, pero mantendría siempre la compostura. Fue el motivo por el cual no acudió con urgencias al mercado invernal. Solucionó la salida del central Pablo Vázquez con la llegada de Bernardo, sumó a Dani Ojeda –cedido por el Leganés– para dar otro refresco al juego de bandas e incorporó, en el último segundo, al centrocampista Ramón Azeez tras una ardua negociación. Ninguno ha sido habitual en las alineaciones, pero sí han dado mejores opciones.
Punto de inflexión
La mala racha que se rompió en el Arcángel, remontando
2019 no arrancó bien. El Granada se plantó en la mitad de febrero con sólo una victoria en su saca y un puñado de empates. Apareció en El Arcángel tras dos derrotas seguidas, la única secuencia así de la temporada, frente a Osasuna y Deportivo.
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El Córdoba se adelantó en el marcador, pero los rojiblancos supieron reaccionar antes del descanso, en una remontada que al final celebraron con los cientos de aficionados que se desplazaron a la ciudad vecina. La comunión con la hinchada se notó en algunas salidas y especialmente en Los Cármenes. Ha habido pocos llenazos, pero el abonado ha disfrutado muchísimo con la entrega y capacidad de los suyos.
Los adversarios directos fueron alterándose a lo largo de estos meses. Al principio, parecía que dos de los recién descendidos, Málaga y Deportivo, marcarían la pauta. Luego irrumpió Osasuna, que se encaramó al liderato con vigor, y se consolidó el Albacete. Hubo momentos que los manchegos atosigaron en la clasificación.
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El penúltimo paso
El triunfo en el Belmonte que acercó el salto a la élite
El pulso entre Granada y Albacete, segundo y tercero, se iba a resolver en un duelo directo en el Carlos Belmonte. Fue el duelo que cerró la jornada 39. Un lunes que obligó al esfuerzo añadido de la hinchada para estar allí.
El encuentro estuvo a la altura de la expectativa por su emoción. Los locales dominaron en las fases más amplias y tuvieron algunos acercamientos peligrosos bien solucionados por Rui Silva. Cuando los rojiblancos parecían más agobiados, Diego Martínez retocó su sistema con el ingreso de Alejandro Pozo. El joven sevillano se ubicó como carrilero en la derecha y la zaga pasó a formar con tres centrales. De esta manera amortiguó al ataque de los de Luis Miguel Ramis. Pozo se sacrificó atrás y percutió arriba.
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La siguiente sustitución fue determinante. Adrián Ramos salió por Rodri y el colombiano marcó el único gol del choque con un estupendo latigazo, tras un pase agudo de Puertas. El cafetero bendijo el camino hacia un ascenso que el Cádiz retrasó una semana y que se consumó en Palma de Mallorca. 'Pasito a pasito' se llegó a Primera.
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