Despedida del Granada de la pasada temporada. ALFREDO AGUILAR

Una austeridad que hay que explicar bien

La Plazoleta ·

Cuesta entender que la amortización de traspasos anteriores limite tanto la política actual de fichajes

Domingo, 4 de julio 2021, 23:54

El límite coste-plantilla no es un concepto fácil de entender. Hay determinadas situaciones que solo se pueden captar bajo un conocimiento profundo de la ... contabilidad del club a analizar, a ser posible con la ayuda de una interpretación correcta de quien esté al mando. En el pasado, el Granada ofrecía encuentros tras los diferentes mercados de incorporaciones donde se desvelaba el tope salarial y se resolvían algunas dudas. Era de bastante ayuda.

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La consejera Patricia Rodríguez aún tiene pendiente dar una rueda de prensa en la que seguro que aprovechará para hacer una radiografía. No significa que ella esté bajo un silencio sepulcral. El club, en algunos casos, ofrece su versión de lo que sucede. El argumento de la austeridad reinante es que el Granada tiene unas fuertes amortizaciones de traspasos de ejercicios pasados, pero cuesta aceptar que limiten tanto la política actual de fichajes. Pese a la explicación, a la consejera le tocará bajar al detalle.

La amortización es un ajuste de valor contable de los pagos correspondientes a una incorporación que en la cuenta de resultados va a al gasto. Si, por ejemplo, se sueltan 5 millones por un futbolista y se le firma por cinco temporadas, la amortización anual sería de un 'kilo'. En el caso de Soldado, que llegó libre, el apunte da un +500.000 euros, aparte del ahorro de su sueldo, en torno a los dos millones brutos. Si saliera Gonalons, con contrato hasta 2023, sería necesarios 2,7 'kilos' al menos para que no merme el tope salarial, ya que costó 4.

Es cierto que el club ha hecho movimientos fuertes. También que los que costaron más, como Suárez, Machís o Milla, firmaron contratos largos. Con el colombiano hay un calendario de adquisición de porcentajes. Se inició con 6 millones por el 50% y acabarán siendo 15 por el 100% cuando se concluya. Es una fórmula que, en teoría, se idear para no ahogar la economía del equipo.

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Los clubes tiritan por la pandemia, pero el Granada no parecía tan mal. De hecho, le sobraron 6 millones en el mercado invernal y le inyectaron dinero por premios europeos. Ahora le toca buscar patrocinador principal y abrir la campaña de abonos. Se han marchado los jugadores que más cobraban: Herrera, Kenedy, Soldado y Vallejo. Solo le queda Max Gonalons entre los 'caros'.

Visto así, resulta extraña tanta carestía. Quizás sea prudencia para no precipitarse. El club invirtió, pero tiene una plantilla revalorizada. Seguramente, la inercia pedía una gran venta. No se hizo con Rui Silva y, de momento, no se ha planteado con Machís o Duarte, con cartel. Retener a los que están ya es un éxito. A partir de ahí, al Granada le queda trabajo para aumentar liquidez. Seguro que pasó por momentos peores.

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