El Granada se estrena cogido con alfileres

Ya no será un ensayo con munición de fogueo en medio de la canícula, sino un examen con fuego real ante uno de los equipos más poderosos del campeonato, encima en su estadio. De la preparación de los rojiblancos horizontales apenas se extraen certezas. Lo normal es que su técnico se complique poco y apueste por una alineación similar a aquella con la que acabó levantando la copa en la división de plata. Aquel día, el valenciano dejó la portería para André Ferreira y asentó una zaga con Ricard Sánchez, Miguel Rubio, Ignasi Miquel y Carlos Neva. Ante la ausencia de Raúl Torrente, cabe la posibilidad de que Jesús Vallejo rompa la pareja central, pero el hecho de que el maño se haya perdido gran parte de la pretemporada, aunque trabajara con normalidad en los últimos días, quizás le termine alejando de la titularidad.

En el centro del campo, López ya no tiene a Pol Lozano, que regresó al Espanyol. Su función la ejercerá una de las incorporaciones, Gerard Gumbau, el único de los nuevos que tuvo participación en el último amistoso, contra el Almería. Salió en la segunda mitad y no duró ni diez minutos, expulsado por una entrada aparatosa. Seguro que espera otro estreno en Liga, aunque el contrincante sea de una exigencia absoluta. A su lado, apuntaría Sergio Ruiz, quien fue de menos a más la pasada campaña y ha visto una puerta abierta mientras Gonzalo Villar se pone a tono, la gran apuesta en la medular.

El Granada se manejó con un 4-4-2 con frecuencia la temporada pasada, pero la ubicación de Óscar Melendo definirá si varía la estructura. El catalán puede actuar de falso extremo derecho, inyectándose hacia los pasillos centrales, o directamente de volante, más cerca de la dirección del juego. En función de ello, el resto del reparto, bien con extremos abiertos o con solo uno de ellos acercándose a Myrto Uzuni, fijo en cualquier ecuación.

Restarían dos puestos por asignar. Ante su evolución imparable, parecía que Bryan Zaragoza acapararía uno de los filos del campo, pero la fiebre y una infección en la garganta le bajaron del bus, aunque todavía hay una esperanza de mejoría bajo tratamiento para llegar a la capital de España.

Completarían el esquema, junto a Uzuni, de momento, dos de estos tres: Callejón, que a sus 36 años volverá a competir en la Primera española una década después de la última vez, cuando militó en el Real Madrid antes de emprender su aventura italiana; Samu Omorodion, canterano al que Paco López ha dado mucho carrete en los amistosos; o Antonio Puertas, quien ha estado renqueante en estas semanas pero que tiene polivalencia para actuar en banda o en punta, como hizo en el ejercicio anterior.

Algunas dudas sobrevuelan en el ambiente, inquietudes que ya tendrá resuelta en su cabeza Paco López mientras amplía su paleta de jugadores e integra en condiciones a los nuevos y a los que vendrán. Son momentos inciertos, con la impresión de que la continuidad de parte del grupo puede ayudar a la cohesión general, pero que sin un salto de calidad el objetivo de la salvación se complicará mucho.

Enfrente, un Atlético de Madrid con menos interrogantes, ahormado al gusto de su entrenador, el Cholo Simeone. Alejando el foco de intoxicación que suponía el caso de Joao Félix, el técnico argentino maneja un equipo a medida, que domina varios registros, pero que sobre todo es disciplinado, en el que se espera la aparición atrás del turco Soyuncu. Los demás, las mismas piezas de la temporada pasada, con Griemann, el mago francés, como referente ofensivo al lado del siempre voluntarioso, aunque no siempre acertado, Morata.

En la última visita del Granada se firmó un empate que sería oro en las circunstancias actuales. Hasta el 1 de septiembre tiene de límite la dirección para imprimir mejoras.