Antoñín: «Me gusta escribir y expresar lo que siento»

LA SITUACIÓN: «Estoy acompañado de un amigo en este confinamiento. No se me está haciendo tan duro, a pesar de que nunca había estado tanto tiempo alejado de mi familia. Lo comentaba con ellos. Hasta ahora no he tenido ningún día de bajón, lo estoy llevando bien».

RUTINA: «Me levanto, entreno, me ducho, hago de comer y por la tarde veo series, películas o juego a la Play. A veces hago otra sesión».

INICIOS DE SU CARRERA: «Empecé con seis años en un club de mi barrio, el 26 de febrero. Desde ese momento era lo que quería hacer, jugar al fútbol, llegar al mundo profesional. He llegado con la ayuda de mucha gente».

PELÍCULA FAVORITA: «En busca de la felicidad. Esa película define mi carácter. He nacido con esa garra. En ese equipo jugaba cada partido como si fuera el último y así he seguido. Hay que luchar para ser feliz y disfrutar de la vida. Esto es lo que soñaba».

ETAPA EN ALEMANIA: «Con 15 años me fui al Schalke, estuve cinco meses, pero no me fue bien, no me adapté. Teníamos una casa en la que vivíamos varios jugadores, con una cocinera, pero nos sentíamos muy solos. Decidí volver a Málaga, al 26 de febrero. De ahí me firmó el Málaga. En su Juvenil de División de Honor no tuve los minutos que creía que necesitaba y pedí que me cedieran. Pedí irme a un equipo de Tercera, el Palo, donde estaba Apoño (exblanquiazul), y allí recalé porque quería jugar. Se me ayudó mucho, pude hacer goles y me sentí mejor».

VUELTA A MÁLAGA: «Regresé al Málaga, en principio al filial, pero entonces llegó la oportunidad de debutar en el primer equipo hace unos meses, para luego fichar por el Granada. Hoy, aún me levanto por la mañana y me pregunto si esto es en serio, si es verdad que he cumplido mi deseo de estar en Primera. Es complicado porque me ha costado estar donde estoy pero, al mismo tiempo, en esta última etapa ha sido todo muy rápido. De estar en el filial a debutar con el Málaga, marcar cuatro goles y, de repente, llegar a la máxima categoría».

ENSEÑANZA: «Esto me he enseñado a no rendirme por dura que sea la dificultad. También he sufrido. Es un factor psicológico. Si el entrenador no cuenta contigo, hay que demostrarle que puedes jugar, que puedes estar por delante de otro futbolista. Si metes un gol, quieres dos más. Esa ambición es positiva y te hace superarte. Es un privilegio estar en el primer nivel».

SU ESTILO DE JUEGO: «Mi forma de jugar está basada en tener hambre. Si recibo balón y veo opción de uno contra uno, adelante. Si no, a correr al espacio e intentar incomodar a la defensa».

POSICIÓN: «En categorías inferiores siempre he sido extremo. En el filial hice de 'nueve'. A partir de ahí, también he jugado de segundo punta, por las dos bandas... Tengo variedad. Me adapto».

RELIGIÓN: «Soy muy religioso. Soy evangélico. Pienso que he llegado donde estoy por Dios, con su ayuda. Antes de los partidos le oro durante unos minutos por darle gracia por dejarme estar ahí, en un partido».

CURIOSIDAD: «En casa me gusta escribir y expresar lo que siento. Reflejar lo que es la vida y lo que nos cuesta vivirla. En los viajes y hoteles, si tengo tiempo, le dedico tiempo a ello. No se me da bien, pero me gusta. Durante esta cuarentena he actualizado este diario. Hay muchas horas libres y lo he hecho». «He contado lo que me pasa en Granada».

INTEGRACIÓN: «Se lo digo a la familia. El vestuario, el cuerpo técnico y la dirección deportiva del club me han ayudado muchísimo desde que llegué. Todos me han felicitado por mi cumpleaños. Así te sientes arropado y te adaptas más rápido, se facilita».