Alexander Medina, contra las cuerdas en el Granada

Medina destacó la buena primera parte de los suyos con la Real, que llegaron al descanso con victoria por 2-1, pero justificó la derrota por 2-3 debido a la bajada de intensidad cuando echó mano de las sustituciones, que él mismo elige en libertad, con el conocimiento de lo que sucede en los entrenamientos, todos a puerta cerrada salvo el calentamiento del que precede al día de los partidos.

Hubo algo de autocrítica suya en rueda de prensa después de caer con la Real, aunque no tan contundente como la de Villarreal. Señaló sobre todo a los relevos, que le defraudaron. En especial, a Gonzalo Villar y Martin Hongla, dos de las apuestas con contrato en vigor por las que el club pagó traspaso, 1,2 millones por el murciano en verano y 2,5 por el camerunés en invierno. Dos jóvenes que, por lógica, son pilares para la entidad, bien para el proyecto del curso que viene o para una hipotética venta que permita recuperar la inversión. No justifica que estos tengan carta blanca para un rendimiento tan deficiente, pero sí que su preparador ha de saber cuándo ejercer de sargento de hierro y cuándo emplear la mano izquierda si hace públicas sus reflexiones. No es el único frente interno que abre y esto puede provocar que las discrepancias en el vestuario sean fracturas.

Unas veces fue el VAR (esta vez no, que le 'ayudó' en el penalti), otras algún error aislado (comentó en otras intervenciones) y, esta vez, el rendimiento de los suplentes. Todo forma parte de su catálogo de excusas, aunque no hay precedente de un encuentro en el que su cirugía en los partidos haya tenido un impacto positivo en los marcadores. Se le fueron puntos con Las Palmas, Barcelona y ahora con la Real Sociedad. Sea un problema de lectura o de falta de profundidad del banquillo, aun con diez caras nuevas llegadas en enero, el caso es que a Medina se le han complicado casi todas las citas. Cuando no es en el planteamiento inicial, como con los donostiarras, es durante el nudo del encuentro, con un desenlace escaso o fatal para sus intereses.

Jugar con el Granada es un chollo para rivales en crisis, que depuran siempre sus malas rachas. Ha ocurrido con siete rivales recientes, incluida la Real, que venía de tres derrotas seguidas mezclando competiciones y que apenas tenía dos triunfos en los once compromisos precedentes en Liga. Al Celta lo rehabilitó en la jornada 17 en Balaídos cuando solo llevaba una victoria en el campeonato nacional, tras trece jornadas sin ese sabor. El Sevilla, en Los Cármenes, en el debut de Quique Flores como entrenador, se impuso por 0-3 tras once fechas sin ganar en Liga. Seis jornadas llevaba sin hacerlo en Betis cuando los rojiblancos visitaron el Villamarín, donde valió el gol de Isco Alarcón. El Atlético de Madrid, parco fuera del Metropolitano, atesoró los tres puntos en el estadio del Zaidín después de 11 encuentros como forastero en los que no lo lograba. Que los de Simeone bajan mucho cuando se desplazan lo demuestra su derrota de este sábado en el Nuevo Mirandilla.

La UD Almería, colista, otro con boleto a Segunda, puntuó en Los Cármenes, algo que no conquistaba fuera de su terreno en la segunda jornada del campeonato, 1-1 en Cádiz. El Villarreal, en la salida más cercana, el Granada fue terapéutico para su contrincante, que llevaba sin darle una alegría completa a su público desde el 20 de diciembre.

Medina declaró que habían aprendido la lección tras el 5-1. Con la Real, con una meteorología adversa y el público de uñas con la directiva, el fuelle duró un acto. Después, la ruina.

Los rojiblancos llevan más de dos meses sin sumar tres unidades de una tacada. Mantuvieron cierto decoro con Atlético de Madrid y Barcelona, en los días donde los futbolistas se motivan sin muchos acicates. Lo demás, todo a rachas, sin una actuación completa con pocas fisuras, salvo la que abrió el año con el Cádiz, aunque también hubiera algo de fortuna con aquel penalti que el VAR abortó.

Medina sigue los pasos de Paco López en guarismos: un triunfo, cuatro empates y ocho derrotas. Total, siete puntos. Le quedaría un encuentro para empatar los dirigidos por el valenciano. Queda por comprobar si llega. Son horas críticas.