Álex Collado acompaña a Rubén Torrecilla al salir a una sesión de trabajo. PEPE MARÍN
Granada CF

Álex Collado también convence a Rubén Torrecilla

El mediapunta se ganó la confianza de Robert Moreno y también del nuevo inquilino del banquillo gracias a su juego entre líneas y habilidad para asociarse

Miércoles, 30 de marzo 2022, 00:39

Álex Collado fue el primer fichaje de invierno del Granada y también el jugador que más importancia ha tenido hasta el momento en el equipo. ... El mediapunta se ha mantenido en el 'once' a pesar del cambio en el banquillo y tras una extraña suplencia sin minutos en Mestalla, punto de inflexión en el devenir de la temporada rojiblanca. Tras los encuentros ante Elche y Alavés quedan pocas dudas, su nivel en los entrenamientos ha convencido también a Torrecilla. De hecho, en el 3-4-1-2 del cacereño ha encontrado su lugar con mayor comodidad moviéndose por detrás de Uzuni, Suárez o Molina, mientras que los primeros partidos bajo las órdenes de Moreno le costó más ubicarse, en un 4-4-2 que parecía inamovible y del que el técnico catalán pareció despegarse para encontrar cabida a Collado.

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En Vitoria volvió a ser de los que más dinamismo y coherencia aportó al juego, evolucionando a un gran ritmo su asociación con Luis Milla en a la hora de hilvanar jugadas por el centro. Se le puede achacar cierta blandura a la hora de atacar portería contraria, dudando de su pierna diestra en varias situaciones inmejorables de disparo y no exhibiendo tampoco la zurda. Sin embargo, también han brotado de sus botas algunas de las ocasiones más peligrosas del último mes. Además, poco a poco, se viene observando en el joven futbolista una mayor incidencia en defensa, su lunar en la cantera culé. En el amistoso de Jaén, Torrecilla le guardó para los minutos finales, prueba inequívoca de que hasta el momento pertenece al grupo de titulares y acabó firmando su primer gol como jugador granadinista.

De menos a más

Bien conocido por la dirección deportiva y el cuerpo técnico de Robert Moreno, precisamente su etapa formativa en el Barça fue aval suficiente para apostar por su cesión –sin opción de compra– y las alineaciones del extécnico rojiblanco confirmaron su creciente papel en el equipo. Arrancó, de forma entendible, desde el banquillo en sus dos primeros duelos. Aprovechó la ausencia de un peso pesado en su posición, como es Rochina, y con el tiempo fue encontrando su hueco por dentro de los diversos esquemas. En un equipo que se hundía en la peor racha de la temporada, Collado logró brillar con intensa intermitencia. Sumó cuatro titularidades en cinco partidos.

Hubo días grises, como aquella primera parte de inconcreción como extremo y poco tiempo de enganche, pero también muy buenos minutos en el Santiago Bernabéu, como mediapunta presionante. Contra el Cádiz, en un equipo en inferioridad numérica y creativa, una jugada individual de Collado fue lo más cerca que estuvo el Granada del gol.

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