Alcaraz emprende su aventura en Chipre con mucha ilusión

«Durante el año, cuando no estoy trabajando, sigo varias ligas. Evidentemente, con mucha atención a nuestro fútbol, sobre todo Segunda división. Cada dos semanas veo un partido de cada equipo y los 'highlights'. En Primera también hago seguimiento, sobre todo en los partidos que he tenido comprometidos como comentarista del Granada en Canal Sur Radio. Del extranjero, no sigo tanto los grandes campeonatos, porque considero que no tengo sitio, pero sí presto atención las que están un escalón por debajo. Especialmente, Hungría, Polonia, Grecia y Chipre. Veo los resúmenes de todos los encuentros y cuando observo alguna posibilidad de real de ir a algún equipo, reparo en dos o tres partidos del mismo para analizar el nivel real de los jugadores y las virtudes y los problemas tácticos de cada conjunto», apunta.

Su fichaje se gestó en consonancia con este trabajo. «Como decisión estratégica, en cada uno de esos países mi agencia de representación tiene un asesor que conoce el fútbol de esa tierra y puede gestionar la posible entrada a ese mercado. En concreto, la liga chipriota ha evolucionado en cuanto a medios técnicos. Su peso no es comparable a otras, pero sí presenta unas condiciones de trabajo para cualquier cuerpo técnico, a nivel VAR, GPS... Está muy cerca de España y tiene la ventaja que el inglés convive con normalidad en Chipre; todos los futbolistas lo hablan. Se evitan las dificultades de comunicación. El tránsito de la información se mejora», observa.

Alcaraz está feliz por volver a entrenar. «Estoy bastante ilusionado. Voy a un equipo que tiene historia pero que no va bien. Ahora mismo está en el grupo de los seis que pelearían por no descender, a cuatro puntos de meterse arriba. Ha sufrido incidencias de covid y lesiones. Veremos si en los ocho partidos que quedan se puede estabilizar la situación y pelear con los de arriba. Si no, pasar los menos apuros posibles», subraya.