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El Albacete, un equipo con sabor granadinista

Vallejo es, de momento, la última incorporación que vistió la camiseta de rayas horizontales. El maño tuvo tres etapas en el Granada, las dos primeras seguidas. Llegó como cedido por el Real Madrid (tras romper su cesión en el Wolverhampton) en enero de 2020 y formó parte del equipo que llegó a semifinales de la Copa del Rey y que se clasificó para la previa de la Europa League. El Granada convenció al equipo blanco de que repitiera el préstamo la temporada siguiente, en el curso en el que los rojiblancos llegaron a cuartos de final de la UEL. Vallejo volvió al Madrid, pero pasó dos campañas con una participación pobre, aunque se recuerde sus minutos en aquel partido con el Manchester City. En 2023, tras el regreso del Granada a Primera, retornó al club, pero una serie de problemas físicos y personales le alejaron de los terrenos de juego. Solo disputó tres partidos, uno solo como titular. Tras un nuevo año en el ostracismo en el Madrid, firma por dos temporadas con el Alba.

Antonio Puertas es otro antiguo granadinista que se ha sumado este verano. Abandonó el Eibar para empezar esta aventura, ligándose por un par de campañas. El almeriense es un histórico de los nazaríes, un pilar esencial de aquel Granada que salió de Segunda y llegó a Europa, aunque también vivió la travesía posterior, con muchos altibajos, hasta irse después del descenso al no ofrecerle la renovación de su contrato. Se fue a tierras vascas y ahora vivirá más cerca de su casa.

Diego Mariño será uno de sus compañeros. Portero rojiblanco el curso pasado, al que llegó tras el mercado estival como agente libre, alternó en la titularidad con Luca Zidane y la comisión deportiva de los nazaríes le ofreció renovar, pero rechazó la propuesta por la del Albacete, que le aseguró dos temporadas.

Quien ya estaba en la entidad manchega era Pepe Sánchez, canterano rojiblanco, uno de los 'cachorros' que descubrió Diego Martínez en su día. Tras muchos avatares, se quedó sin equipo el verano pasado, pero en enero se sumó a las filas del Alba, en el que cumplió con creces como central.

Su entrenador, Alberto González, malagueño, no pasó por el Granada CF, pero sí por varios clubes de la provincia. Entre ellos, el Granada Atlético, ya extinto. Después pasó por el Arenas, el Málaga juvenil y el Loja. Su carrera prosiguió en otras entidades hasta que le llegó esta oportunidad en el fútbol profesional, que no desaprovechó, firmando ya un par de permanencias.