El Zaidín calienta motores para la feria

«¡Óscar! Pegamos a la parte de dentro, volvemos atrás y pegamos la del culo», se oía entre lonas, bajo el sol de mediodía. Los feriantes se encontraban dando los últimos repasos a los columpios, con calma, con cuidado, para que todo quedara en perfectas condiciones de cara al arranque de las fiestas. Los preparativos llegaban a su fin. A las ocho de la tarde, les esperaba el pistoletazo de salida con el Día de los Niños y todas las atracciones a mitad de precio.

«Esto empieza, ya mismo. Vamos a ver cómo arrancamos, porque al ser el Día de los Niños lo más probable es que vengan muchas familias con hijos pequeños y eso significa no parar quietos en toda la jornada. Luego están los grupos de última hora, los mayores, que también se montan, así que lo mismo no cerramos hasta las doce de la noche o la una», explicó a este periódico Quique Rodríguez, de la empresa Atracciones de Feria Sol y Nieve, de Lucena.

Él y su equipo llegaron este martes por la mañana a Granada, deseando descansar un poco entre feria y feria. «Desmontar, trasladarnos, montar, abrir, ducharnos y a funcionar», así es como lo hacen ellos, como viven. Por eso, cuando tienen dos o tres días entre medias apuran todo lo posible. El montaje de algunas atracciones requiere más tiempo, pero otras pueden quedar listas en cuestión de una hora y eso es precisamente lo que hacían este miércoles.

De todas maneras, aunque los feriantes no tienen un horario de apertura al público establecido, nunca terminan más allá de las tres de la madrugada. Según Quique, abren tarde por el calor y «luego aquí la gente no aguanta mucho». Además, tampoco les interesa «demasiado» porque las atracciones funcionan con generadores de energía.

Así, el Zaidín calentaba motores para la feria, que vuelve por segundo año consecutivo tras otros dos sin celebrarse por la pandemia. Es más, ahora que ya no hay ningún tipo de restricción, el barrio espera una gran afluencia de gente. Según Quique, «poco a poco se va animando la cosa».

«A ver cómo resulta esto... Nosotros acabamos de venir de la Feria de Jódar, que lleva tres años sin celebrarse, y ha sido un fracaso absoluto. Pero bueno, el Zaidín es un barrio grande, muy céntrico de Granada, así que esperamos que venga mucha gente a pasarlo bien en los columpios. Yo llevo toda la vida viniendo a esta feria y la verdad es que el balance siempre ha sido bueno», apuntó el feriante de Sol y Nieve.

Además, este 2022 la Feria del Zaidín ha traído consigo la vuelta al ruedo de su compañero más rockero, el festival de música Zaidín Rock, que también se celebra estos días en el mismo barrio. Los trabajadores de las atracciones no pueden estar más agradecidos por ello.

«Es que, claro, este año hay rock and roll, este año el Zaidín vuelve a ser lo de antes. El pasado no hubo nada y se notó mucho», recordó el feriante, antes de volver junto a sus compañeros para terminar de montar las camas elásticas.

Mientras, en la otra punta del ferial, otros dos jóvenes terminaban de limpiar los coches de choque. Empezaron a montar todo el martes. Pliega por aquí, despliega por allá... Pero ya solo quedaba limpiar las gomas de los coches, echar polvos de talco para evitar reventones y fregar el suelo.

«Estamos con mucho trabajo. Tenemos tres pistas montadas, además de otra en Otura, que también celebra ahora sus fiestas, así que ya puede venir mucha gente», señaló uno de ellos, Manuel Singh López, feriante también de la cordobesa Atracciones Sol y Nieve.

La realidad es que los coches siempre funcionan «muy bien». «Se monta todo el mundo. Niños, jóvenes, mayores... A todos les gusta, pero tenemos que estar muy pendientes si hay piques», aseguró Manuel, que también controla los coches porque dan «muchos problemas». A menudo, las fichas se queden «atrancadas» y algunos se pueden pasar toda la noche con la misma.

En cualquier caso, él y los demás están más que preparados para estos días de fiesta, en los que el Zaidín vuelve a demostrar a vecinos y visitantes que es un barrio lleno de vida.