El visitante europeo consolida el Geoparque como destino turístico

Todos coinciden en que hay un antes y un después tras este título mundial que ha colocado a un territorio machacado por la despoblación en la red internacional de paisajes dignos de visitar.

Unas 2.000 camas de las cerca de 10.000 que tiene el Geoparque son en casas cueva. La asociación 'Territorio Cueva' las aglutina e impulsa. La responsable de esta asociación, Natalia Guidoni, indica que algunas cuevas tienen un 60% de media de ocupación anual, algo complicado en los alojamientos rurales. Además el tiempo medio de estancia ha pasado de 1,2 a 2,2 noches, por encima de otros puntos de la provincia con más fama. «Las cuevas son la joya del Geoparque, algo varoladísimo y apreciadísimo», señalan desde la asociación.

La trayerctoria del Geoparque la conoce bien Manuel Aranda fue uno de los empresarios pioneros del Geoparque. Fue además alcalde del Valle del Zalabí y es propietario de las Cuevas del tío Tobas. Aranda resalta que ahora el 40% del turismo es extranjero. Antes no llegaban. Ahora vienen franceses, alemanes, holandeses. «Los turistas van a la Alhambra y al Geoparque», asegura. Aranda añade que se nota que la información circula y llega al futuro visitante. «Los turistas vienen con la lección aprendida y con la planificación hecha. La temporada baja es menor y llegamos hasta los canadienses, de los que ya han venido once grupos», valora este empresario.

Fueron los grupos de desarrollo rural los que empezaron a darle forma al Geoparque hace varias décadas y los que ahora ven los frutos de este esfuerzo. En esta tierra hay en marcha una maquinaria que quiere consolidar un destino turístico y que empieza a creer que lo son. Cuando comenzó todo estaba por hacer. Ahora cuidan que el éxito no los desborde. Esta es la historia de unos municipios que empezaron a reivindicar su belleza para romper el silencio con el susurro de los visitantes. Todo desde el respeto y el cuidado extremo de la tierra, esa que se moldeó en forma de paisaje singular.

«Lo hemos notado mucho. El reconocimiento de la Unesco nos ha puesto en el mapa. Antes no llegábamos a muchos sitios y ahora somos atractivos para visitantes e inversores», expresa Lorenzo Reche, presidente de la asociación de Turismo del Altiplano que pertenece a la Federación Provincial de Hostelería y Turismo de Granada.

Todos notan el cambio. «Veníamos de una situación muy básica. No acabábamos de despegar como merecíamos y el reconocimiento de la Unesco nos ha posicionado», apunta José Manuel Guillén, arqueólogo y alcalde de Galera. Además cuenta que los vecinos valora ahora más su territorio. «Antes se asociaba el desierto a las tierras baldías, ahora lo admiran como paisaje», apunta el regidor que señala que su pueblo tiene 1.200 vecinos y 260 plazas de alojamiento.

Desde Diputación calculan que el crecimiento turístico en estos cuatro años tras el reconocimiento de la Unesco, es de un 30%. «Este incremento de visitantes es fruto del gran impulso que supuso la creación del Geoparque y la consecución de su integración en la red de la Unesco. Eso provocó un salto cuantitativo muy importante tanto de la oferta, con la creación de nuevos servicios (alojamientos, empresas de turismo rural y activo...), como de la demanda, con el consiguiente incremento exponencial del turismo», expone el diputado de Desarrollo, Antonio Díaz.

Francisco Pleguezuelos es el presidente del grupo de desarrollo rural de Guadix. Es empresario de la zona y asegura que el Geoparque empezó a trabajarse por estos colectivos hace más de 20 años. «Ahora somos una ventana abierta al mundo. Se está produciendo una auténtica revolución en cuanto al atractivo turístico». Los grupos siguen trabajando. Lo miran todo. También ser territorios de resilencia y no tener zonas de carga que se masifiquen.

Pleguezuelos aboga por la participación y que el Geoparque vuelva a ser lo que fue gracias a la participación. «Empezó como un proyecto de abajo a arriba. Tenemos que darle difusión y ser creativos y ver cómo puede seguir desarrollándose de manera sostenible».

La alcaldesa de Gorafe, Trinidad Rodríguez, asegura que el Geoparque está en un momento de despegue y que no se le ve el fin de sus posibilidades. En su pueblo está el museo y ahora se ha convertido en un escenario para observar las estrellas. Lo que sí echa en falta en más implicación empresarial para reactivar negocios y crearlos.

Desde Diputación se trabaja en el Geoparque con la aplicación de subvenciones en forma de ruta de miradores, de renovar e instalar señalética, de dibujar un programa con el que potenciar los cielos.

El diputado de Desarrollo, Antonio Díaz, asegura que el Geoparque es algo muy especial y que lo están cuidando. «Seguiremos con las inversiones para promocionar el norte de la provincia de Granada, un lugar singular que sigue su despegue», manifiesta el diputado. «La 'tarjeta verde' de la Unesco permite a nuestro Geoparque mantener su posición, acredita un importante esfuerzo, una adecuada gestión, un buen trabajo durante estos últimos años, por todas las entidades implicadas», concluye el diputado.