Los vecinos de San Miguel abren una zanja para evitar más acampadas en la zona

Nadie en el barrio reconoce haber participado en su creación, pues es ilegal, pero detrás de esta obra de ingeniería improvisada se encuentran vecinos de la zona que se declaran hartos de que se acampe sin ningún tipo de control en este lugar. La gota que ha colmado el vaso de su paciencia cayó el pasado domingo 29, cuando se originó un fuego provocado por una pareja de campistas tras perder el control de una barbacoa. El resultado fueron 172 hectáreas de paraje arrasado.

Un daño medioambiental atroz que tardará mucho tiempo en repararse. Cuando todavía había técnicos del Infoca rematando las labores de extinción a principios de la semana pasada, una mañana apareció en uno de los accesos al pinar una tímida hilera de piedras.

Lo que en un principio parece que iniciaron unos chavales jóvenes en lo que venía a ser un movimiento para proteger el entorno de los vehículos que aparcan allí, según declararon algunos testigos en su momento, ha ido ganando entidad con el paso del tiempo, poco a poco, de manera casi silenciosa. Todo con la contribución de un grupo de vecinos que ha seguido acumulando obstáculos, han hecho la zanja más profunda e incluso se han visto en la zona materiales de obra como cemento. El objetivo es claro: acampadas fuera, que es además el mensaje, escrito en inglés, que han sobreimpresionado en carteles que se han ido poniendo también en esta zona.

Aunque algunos en el barrio no están de acuerdo con esta forma de proceder, pues una persona también ha colocado un cartel para quien lo quiera leer denunciando que el camino debe estar libre por si hay alguna emergencia, lo cierto es que la propia Policía Local reconoce su efectividad. A pesar de que el obstáculo se puede librar con cierto empeño, y de hecho algunos lo hacen, fuentes de la policía informaron ayer de que en la última semana no han tenido que hacer ninguna actuación en la zona gracias, en parte, a la zanja.

«Tenemos un servicio permanente haciendo labores de seguimiento, pero de momento no hemos tenido que abrir ningún acta», señalaron ayer desde la Policía Local. Las fuentes consultadas explicaron a este periódico que uno de los principales problemas de esta zona es que aparece en una aplicación internacional que busca destinos ideales para acampar en puntos no regulados, lo que hace SanMiguel Alto irresistible para muchos extranjeros, principalmente ingleses.

Desde el Ayuntamiento han dicho que son conscientes de esta situación, y que están en vías de hacerle frente. Entre otras cosas, estudian un modo de, como estos vecinos, impedir que las caravanas accedan al cerro.