Vecinos de la calle San Luis denuncian que la avería de una pilona colapsa el barrio

Sufren esta situación desde el pasado mes de junio. Jenny Campos vive desde hace más de una década en el barrio y dice haber presentado hasta cinco reclamaciones desde que se estropeara el sistema. También se puso en contacto con el Servicio de Atención al Ciudadano del Ayuntamiento. Desde allí le devolvieron la llamada para indicarle que no dependía de ese área y la invitaron a llamar al teléfono de movilidad. «Cuando me derivaron al área de Movilidad me dijeron que estaban al tanto, que ya tenían conocimiento pero no han puesto solución».

Fuentes del Ayuntamiento explicaron a este medio que la pilona funciona en estos momentos y que el problema está en el sistema de comunicación. La avería entre el puesto y el control central es el motivo por el que el Ayuntamiento ha decidido dejar abajo el bolardo levadizo desde junio. También informaron que unos operarios intentaron arreglarlo hace una semana; de nuevo, sin éxito.

Son las 11:30 de la mañana y el acceso a la calle Pagés ha cerrado hace media hora. Un vecino en calle San Luis se afana en la limpieza de la fachada de su vivienda. Un vehículo aparcado frente a su domicilio y otro más abajo quebrantan la prohibición al inicio de la vía. «Son los vehículos aparcados, los coches que pasan por esta calle, el ruido y para colmo, antes de que se estropease el sistema de control pedí que abrieran para que pasara el camión que me iba a suministrar el gasóleo y no le dejaron; no entiendo esta situación», lamenta el hombre.

Por su parte, Jenny Campos critica que esta situación provoca «un nivel mayor de contaminación porque las calles son estrechas y se congestionan pronto, aumenta el ruido, nos altera la vida completamente». Además, señala que «en esta zona residen muchas personas mayores y no pueden salir con tranquilidad a la calle porque no hay aceras, en algunos momentos es imposible pasar si tienes un carrito de bebé».

Si durante los días de diario la situación es incómoda para los vecinos, en los fines de semana se ve agravada porque según explica Jenny Campos, «Google maps indica que este es el único acceso para llegar hasta el mirador de San Nicolás en coche, el GPS no señala restricción por esta calle por lo que muchos turistas se adentran en el barrio esperando aparcar también en sus calles y aquí no hay sitio por lo que provoca el caos en el barrio», relata esta vecina.

El cartel que informa de la restricción en un periodo de horas tampoco está en funcionamiento. A este respecto, Campos explica que «durante un tiempo lo dejaron encendido y después lo terminaron apagando; «desde entonces es una calle normal, de acceso normal y esto es una locura», dice Jenny.

Esta vecina del Albaicín está dispuesta a poner una reclamación más al Consistorio porque el volumen en el que ha aumentado el tráfico en la zona ha generado desperfectos en su vivienda, en concreto en ventanas, esquinas y fachada. Por eso advierte que está «dispuesta a pedir al Ayuntamiento que se haga responsable de esos daños» porque entiende que se han producido por la «falta de la gestión municipal de movilidad».

El vecino que limpia la fachada de su vivienda mientras evita los coches que continúan circulando por la calle San Luis también dice que ha solicitado información a los responsables de movilidad. «Por aquí han pasado varias veces técnicos del Ayuntamiento para arreglarlo, pero o les falta una pieza o no sé qué ocurre pero la pilona sigue bajada». En apenas media hora esta redactora contabilizó que pasaron por este control averiado más de 20 vehículos.