Los vándalos han calcinado 165 contenedores de Granada valorados en 198.000 euros

IDEAL ha querido comparar los datos de estos ocho primeros meses del año con lo que ocurría en Granada hace tan solo seis años, en 2015. En aquellos entonces, se quemaron o destruyeron sesenta contenedores de carga lateral en todo el ejercicio 2015, lo cual le supuso a las arcas municipales el desembolso de 64.000 euros. Dicho de otra manera, los vándalos han inutilizado en solo ocho meses de 2021 casi el triple de contenedores que en todo 2015. El coste de este tipo de vandalismo también se ha triplicado rozando los casi 200.000 euros frente a los 64.000 euros de 2015.

«No es fácil dar con los autores de estas acciones porque cuando llegan nuestros coches, ellos ya han huido.Tratamos de recoger testimonios de testigos si es que hay alguien que haya podido ver algo. También nos movemos por el entorno del lugar donde han quemado estos depósitos por si vemos a alguien sospechoso, pero es complicado», señala un subinspector de la Policía Local de Granada.

Un bombero consultado por este periódico asegura que el «90% de los incendios de contenedores y papeleras son de origen intencionado, concentrándose en días de fin de semana y en los distritos de Norte, Centro y Zaidín, principalmente, en los meses de enero y diciembre. Fuera de la capital, el origen puede deberse también a otras causas: por ejemplo arrojar cenizas mal apagadas de una chimenea al contenedor.

El castigo ante la quema premeditada de contenedores, un delito recogido en el artículo 346 del Código Penal, es de penas de entre 10 a 20 años de prisión cuando el incendio comporta un peligro para la vida o integridad de las personas, y entre uno y tres años de cárcel y multa, cuando el incendio afecta a bienes de dominio o uso público.

Inagra suele denunciar a los presuntos autores de estos incendios para que se hagan cargo de la responsabilidad civil o gasto que conlleva su reposición. Si se demuestra que son insolventes, es el Ayuntamiento de Granada quien corre con el gasto de sustituirlos por otros nuevos.

Estos actos vandálicos ya se han castigado con penas de cárcel o de encierro en centros de menores en más de una ocasión. El Juzgado de Menores 1 de Granada impuso una medida de ocho meses de internamiento a un joven de Motril acusado de haber quemado «varios contenedores de basura» una noche de verano en la ciudad costera, años atrás.

El muchacho confesó a los agentes que «hacía esas cosas» -en alusión a los sabotajes- porque se «aburría».