Turistas de 'kilómetro cero' y profesionales, la esperanza de los pocos hoteles de Granada que abren en la fase 1

«Quizá puedan hacerlo las casas rurales o los hoteles muy pequeños gestionados por los propietarios. Pero a los hoteles grandes no les merece la pena poner en marcha esa maquinaria para el mercado provincial», argumenta Gregorio García, presidente de la Federación Provincial de Hostelería y Turismo de Granada.

«Es malgastar las balas», asegura Gerardo Castilla, presidente de la Asociación Provincial de Hospedaje y propietario de Maxi Hoteles, con siete establecimientos en Granada y Toledo y una plantilla de casi 70 personas.

«Me cuesta mil euros al día abrir Los Girasoles, el más pequeño, de 30 habitaciones. Mi intención y la de la mayoría es esperar hasta agosto, ir abriendo poco a poco, a medida que haya más reservas, e ir rescatando trabajadores del ERTE. Abrir ahora ni se nos pasa por la cabeza», anuncia. Según sus cálculos, solo volverán al tajo entre el 1% y el 2% de los 400 hoteles que hay en la provincia.

Son pocos, pero algunos valientes se han tirado a la piscina. Unos, porque confían en que aún hay granadinos que tienen tiempo, ganas y dinero para conocer rincones con encanto en plena naturaleza en esta provincia extensa y diversa. Otros, porque pretenden captar a esos excepcionales viajeros de esta fase del estado de alarma: los que están autorizados a cambiar de provincia por motivos de trabajo.

Entre los primeros están los alojamientos rurales en cuevas Abuelo Ventura (Guadix) y Tïo Tobas (Alcudia de Guadix). Su forma de promocionar su establecimiento es, además, un homenaje a los profesionales que están luchando en primera línea contra la pandemia. Así, tanto trabajadores sanitarios como miembros de las Fuerzas de Seguridad podrán disfrutar de días gratis -dos en una estancia de cuatro días, cuatro en una de una semana- en cualquiera de estos alojamientos 'trogloditas' en plena naturaleza, con vistas a Sierra Nevada en la fecha que quieran, desde ahora hasta fin de año.

Ha sido un éxito inmediato. «Ya tenemos unas 60 o 70 reservas», explica una portavoz de Tío Tobas, que se prepara para abrir el 1 de junio. «No sé cuántas, pero hemos recibido decenas de llamadas y correos. Estos dos días ha sido un no parar. Se ve que la gente, después de tanto confinamiento, tiene ganas de estar al aire libre», apostilla Justo Román, propietario de Abuelo Ventura, un complejo de 2.500 metros cuadrados con 22 habitaciones-cueva independientes.

Quizá el turismo de 'kilómetro 0' no sea la salvación del sector, pero sí la de algunas empresas. «Es una buena idea que un señor de Huéscar visite Castell de Ferro o uno de la capital haga una escapada a los Collados de La Sagra. Ahora que solo nos dejan movernos por la provincia, puede ser una buena oportunidad para conocer palmo a palmo nuestra tierra y su gastronomía. Sería un buen momento para promocionarla», aventura Gregorio García.

El Patronato Provincial de Turismo trabaja en ese sentido, explica su responsable, el diputado Enrique Medina. «En nuestras redes sociales todos los días sacamos un emplazamiento nuevo para ese turismo de proximidad», explica. No obstante, recuerda, esta fase de la desescalada pasará y se abrirán las 'fronteras', primero entre las provincias andaluzas, después entre diferentes comunidades autónomas y, finalmente, para el turismo internacional. «Todas nuestras actividades están enfocadas a promocionar Granada como un destino seguro y lanzar un mensaje positivo y de tranquilidad», resalta.

El año pasado pernoctaron en los hoteles de la provincia 3,26 millones de turistas, casi el doble si se suman los alojados en viviendas turísticas, apartamentos, campings y casas rurales. De ellos, el 52% eran españoles y el 48%, extranjeros. Entre los turistas nacionales, el 65% eran andaluces, incluidos los propios granadinos. De ahí que el foco esté puesto, sobre todo, en la fecha en que se recupere la movilidad en territorio andaluz. De momento, la Junta ya ha pedido que se adelante esa fecha al 25 de mayo.

Un caso distinto es el de dos grandes hoteles de la capital que reanudan su actividad este mismo lunes y cuyos clientes son viajeros por motivos laborales. «De alguna forma tenemos que empezar», explica Esteban Montemarani, director del Saray, un establecimiento de la cadena Santos con 217 habitaciones de las que, en principio, solo se pondrán en funcionamiento un máximo de 60 en dos plantas.

Para ello, rescatarán del ERTE a un 15% de la plantilla. «Iremos paso a paso a medida que vaya aumentando la ocupación», explica. Tienen reservas para este mismo martes. En todos los casos, realizadas por empresas que necesitan alojar a trabajadores de otras ciudades y, en algunos casos, personas que se desplazan por motivos sanitarios.

La situación es similar en el hotel Catalonia Granada, de 153 habitaciones, que abrirá entre 25 y 30 en dos plantas, señala Evaristo Ibáñez, su jefe de recepción.

Aunque no sean muchos, acoger a los primeros huéspedes va a representar todo un reto para estos hoteles, que tendrán que poner en marcha las medidas higiénico-sanitarias exigidas en la orden del BOE del pasado 9 de mayo sobre la Fase 1, que «no son muy claras», explica Ibáñez.

Así, aparte de reducir el aforo al 30% del total, todas las zonas comunes, incluidas la cafetería y el restaurante, deben permanecer cerradas; los empleados trabajarán con equipos de protección como mascarillas, guantes o pantallas y dispondrán de termómetros infrarrojos, toallitas y geles hidroalcohólicos; y las habitaciones serán desinfectadas después de cada estancia.

Además, cada cadena tiene su propio protocolo. En el Saray habrá alfombras desinfectantes para los zapatos y las ruedas de los 'trolleys' y los clientes recibirán un desayuno continental de cortesía en la habitación. En el Catalonia, se ofrecerán habitaciones alternas que guardarán una 'cuarentena' de 48 horas después de cada estancia. El objetivo, explican ambos profesionales, es que el huésped disfrute de un servicio de alta calidad y sienta que su seguridad está garantizada.

La política de cancelación y el precio son dos claves para los hoteles que reanudan estos días su actividad. En estos tiempos de incertidumbre, en los que no están claras las fechas de vacaciones o el curso escolar, no son seguros los ingresos de las familias y la desescalada puede cambiarlo todo de un día para otro, los establecimientos permiten cancelar una reserva con apenas 24 horas de antelación sin coste para el cliente. En cuanto a los precios, hoteles de cuatro estrellas como el Saray o el Catalonia de Granada ofrecen estos días habitaciones a partir de poco más de 50 euros. Precios de temporada baja, en temporada alta.