La travesía al 28M

Lo repitió en febrero de 2022, el mes de las elecciones en Castilla y León y de la crisis cainita que provocó la salida de Pablo Casado. El resultado fue prácticamente el mismo. Estas encuestas no están cocinadas, porque no se piensan para publicarse; se manejan entre bambalinas antes de tomar decisiones. Juanma Moreno se movía en aquel momento entre 50 y 52 parlamentarios, el PSOE entre 34 y 35 y Vox –que aún no había designado formalmente a Macarena Olona– entre 13 y 14. La política, a veces, también es previsible.

Durante la campaña, el PP hizo sus trackings, con alrededor de 800 encuestas. El último, horas antes de que se abrieran las urnas, le otorgaba una mayoría absoluta raspada (55-56). Y esa era la sensación con la que Juanma Moreno llegó el domingo, pasadas las ocho de la tarde, a la sede regional. Después, todo sucedió de tal manera que quienes interpretan los resultados electorales como vasos comunicantes no hallaban una explicación certera.

El PSOE lo achacó en un primer momento a la baja participación. Pero las cifras no le asisten: en las autonómicas de diciembre de 2018 la participación fue dos puntos y medio inferior en Granada y los socialistas obtuvieron 5.728 papeletas más.

Las elecciones andaluzas han alimentado la posibilidad de un cambio de ciclo y no habrá respiro; tras el verano, empezará a cocerse una larga precampaña de cara a las municipales del 28 de mayo de 2023, donde el bipartidismo volverá a confrontar sus fuerzas, con un Ciudadanos que camina hasta la refundación final y Vox taponado por el voto útil.

«Las elecciones no son extrapolables pero sí marcan tendencia. Activan al equipo y moviliza a los votantes», analiza un dirigente del PP granadino. En sitios donde el partido tenía hasta problemas para encontrar candidatos, esta misma semana ha recibido varios ofrecimientos. Los populares son optimistas tras ver el 19J como feudos socialistas y el cinturón rojo del Área Metropolitana se tiñeron de azul. Hasta el cabeza de lista del PSOE en Granada, Noel López, perdió en su pueblo, Maracena. Y, en clave de la Diputación, esta ola puede ser determinante.

En círculos socialistas no hay excesivo optimismo: «Al PP no le va a dar tiempo a meter la pata de aquí a mayo en la Junta. Y mucha gente ha perdido el miedo a votarles», analiza alguien curtido en mil campañas. Pasada una semana, los análisis del 19J empiezan a asentarse. «Parecía que el PSOE había renunciado a ganar. Todo pasaba por evitar que Vox entrase en el gobierno. Es como cuando Guardiola llegó al Barcelona, lo ganaba todo, y el discurso del Madrid era que 'tenía nueve copas de Europa'. No se puede vivir de los trofeos que tenemos en la vitrina. El PSOE se ha quedado viejo», hace autocrítica un destacado militante desde dentro. Juan Espadas vino a decir esto mismo el viernes, cuando admitió que su partido tiene que buscar otra forma de conectar con el electorado: «No hemos conseguido que nuestros mensajes calaran». También asumió Espadas el voto de castigo por Pedro Sánchez: «El cabreo general que puede haber en la población de alguna manera lo hemos pagado en las urnas». Algunas voces dentro del PSOE cuestionan el desembarco de ministros en la campaña: «Cada vez que venía uno, restaba un punto. No por las políticas que estamos haciendo, que son diferentes a las de la anterior crisis, sino por falta de empatía». Sin embargo, no está el PSOE en una situación muy diferente de la que salió en las autonómicas de 2018. Y en cuestión seis meses se defendió en las municipales.

Hay una diferencia. En diciembre de 2018, el PSOE fue la lista más votada en 130 municipios de la provincia y, el pasado domingo, fue el PP quien se impuso en 121. Además, los populares se han quitado el acecho de Ciudadanos.

La mayoría entre serena y absoluta de Juanma Moreno acelerará la constitución del nuevo gobierno. El pleno de investidura se moverá entre el 20 y 21 de julio y la toma de posesión de los consejeros está prevista para el 25, día de Santiago. Las salidas de Elías Bendodo y Juan Bravo provocan que, inevitablemente, se especule sobre el papel de Marifrán Carazo en el futuro gabinete. Si se le ubica en tantos puestos de responsabilidad es por la visibilidad que ha tenido su trabajo. Pero aún quedan semanas para llegar a esa fase y los rumores no surgen de su círculo de confianza. A fuerza de apostar, a veces, se acierta, pero nada de lo que se escuche o se lea en estos días es fruto de conversaciones que ya haya mantenido Juanma Moreno con los protagonistas.

En Granada habrá que renovar, como mínimo, una decena de cargos en el gobierno andaluz. Ciudadanos tiene cinco delegados, más los responsables de Juventud y de la Mujer, el Consejo Escolar o el PTS. Para este turno habrá que esperar a septiembre.

Ahora toca una breve tregua. Tanto las derrotas como las victorias requieren su digestión.