Transportes prepara las expropiaciones en el último tramo de la variante de Loja
La mayoría de los terrenos se encuentran en Huétor Tájar, aunque también la obra afectará a la titularidad de parcelas del municipio lojeño y de Salar
El Ministerio de Transportes está ultimando las expropiaciones forzosas para la construcción del último tramo de la variante de Loja. El trámite, del que ya ... se está dando informe a los titulares, afectará a más de un centenar de parcelas ubicadas en el entorno de la A-92, entre el municipio que da nombre a la infraestructura y Salar, así como a parte del valle del Genil, en terrenos que comprenden el término de Huétor Tájar.
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El proceso, que comprende los solares ubicados a lo largo de los 7,9 kilómetros de extensión que tendrá la plataforma, seguirá el mismo modelo efectuado en los dos tramos anteriores del enlace ferroviario y tienen por objeto liberar los terrenos necesarios para impulsar una infraestructura considerada vital para la mejora del sistema ferroviario de la provincia y, en especial, la disminución de los tiempos de viaje entre Granada y el resto de destinos a los que está conectada a través de la línea de Bobadilla.
Las comunicaciones sobre los terrenos afectados, que comprenden tanto propiedades privadas como públicas, ya se han abierto al conocimiento de la ciudadanía. El trámite, de hecho, se encuentra ya en información pública durante un plazo de 15 días hábiles para que los titulares y las personas o colectivos interesados puedan formular alegaciones y sugerencias. Posteriormente, se convocará a todos ellos al levantamiento de las actas previas a la ocupación en cada uno de los tres municipios que atravesará la variante, una cita que se determinará más adelante con la colaboración de los respectivos ayuntamientos.
Así, la expropiación supone un paso más en la puesta en marcha de la infraestructura, cuyas obras se encuentran actualmente en espera de ser adjudicadas. Como informó IDEAL el 23 de julio, nueve empresas optan al contrato, que está valorado en algo más de 280 millones de euros, después de que se cerrara el plazo de presentación de ofertas el pasado 16 de junio. De acuerdo a la experiencia de los dos tramos previos, se espera que la decisión de ADIF no se extienda demasiado en el tiempo. Tanto desde la administradora como desde el Ministerio de Transportes se ha insistido en los últimos meses en iniciar los trabajos cuanto antes para que la infraestructura pueda culminarse pronto.
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Túneles y viaductos
El tramo Valle del Genil, como se le conoce, es el último de los tres que están aún pendientes. Comprende una longitud de 7,9 kilómetros a través de los cuáles empalma un punto ubicado entre Loja y Salar con la línea ahora en servicio en Huétor Tájar.
De acuerdo al proyecto impulsado por ADIF, se trata de un punto muy relevante al contar con hitos constructivos de gran importancia. Así, el diseño aprobado, que tuvo que ser modificado tras la aparición de restos arqueológicos vinculados a la villa romana de Salar, hará necesario el diseño de un viaducto de casi 700 metros en el municipio salareño, donde irá también el túnel del Cerro Limones, con 1.295 metros. Además, un viaducto de 794 metros sorteará el río Genil.
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