El testimonio de un pasajero afectado por el retraso en el viaje de Vueling: «Es una situación de descontrol y caos»
Tras la cancelación de ayer del último vuelo del día con llegada a Barcelona, la conexión aérea que debería haber despegado las 17.10 horas desde el aeropuerto El Prat hacia Granada ha partido con más de tres horas de retraso
IDEAL.ES
GRANADA
Miércoles, 30 de mayo 2018, 23:48
Por segundo día consecutivo, el aeropuerto Federio García Lorca ha vuelto a sufrir problemas por parte de la aerolínea de bajo coste Vueling. Tras la ... cancelación de ayer del último vuelo del día con llegada a Barcelona, la conexión aérea que debería haber despegado las 17.10 horas desde el aeropuerto El Prat hacia Granada ha partido con más de tres horas de retraso , aterrizándo así en Granada a las 21.40 horas. En consecuencia, saldrá con más de tres horas de retraso el vuelo previsto para las 19.15. También está previsto que el último vuelo del día, a las 22.45, parte de Granada con una hora de retraso.
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Decenas de pasajeros han sufrido las consecuencias de estos retrasos en los vuelos. Uno de ellos, con el que ha podido hablar IDEAL, asegura que desde la compañía se señaló el fuerte viento como «excusa» para desviar el vuelo Barcelona-Granada, algo que «no se lo podían creen los pasajeros». «El vuelo de Madrid aterrizó en Granada sin problemas, no mucho antes. Me gustaría que hubiérais visto la falta de atención en Málaga. Al final unos subieron a unos autobuses que llevaron a los pasajeros hasta Granada y otros no. Yo hablé con la encargada de aquella repatriación caótica tratando de convencerla para que nuestro autobús llegara primero al aeropuerto y luego a Granada. Creí haberla convencido, pero al final le dio instrucciones al conductor de que solo llegara al aeropuerto«, asegura.
Según explica, al llegar al lugar se encontró con decenas de personas reclamando por la suspensión de su vuelo. Allí, tal y como él mismo explica, había varios autobuses esperando para distribuir a los pasajeros por hoteles de Granada pero, «como no había transporte público en el aeropuerto», se acercaron a los responsables de la compañía aérea para pedirles que les dejaran subir a unos de esos autobuses para llegar a Granada, pero no lo consiguieron. «Nos dijeron que no, que esos autobuses estaban destinados para la gente que se tenía que alojar en hoteles de la capital, a pesar de que había asientos libres«.
La solución que encontraron, según su relato, fue que el vigilante del aeropuerto llamase a varios taxis que «abonamos religiosamente quienes fuimos desplazados irresponsablemente hasta el aeropuerto de Granada«.
«Fuese lo que fuese, ya el viento, ya la falta de personal para atender dos vuelos que llegaron muy próximos por el retraso en origen o cualquier otra causa, lo de ayer revela una situación de descontrol y caos que transmite una penosa impresión. No parece que tengan un protocolo establecido sobre cómo proceder en estos casos», zanja.
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