«Las tapas tienen que ser de calidad y costar lo que valen, ser rentables»

Según Yzuel, la cuestión no es si hay que quitar la tapa o no, que es una tradición, pero «lo que no puede ser es que el sector entre en una batalla donde no hay rentabilidad». «La tapa tiene que ser rentable. No nos podemos hacer un harakiri, no puede ser una competición a ver quién pone la tapa más grande o la más barata. Hay que apostar por la calidad y cobrar lo que valen las cosas. No te pueden llevar a un terreno de no rentabilidad», insistió.

El aragonés, hostelero de cuarta generación con gran experiencia en el sector, aseguró que la «gratuidad» de las tapas en Granada puede llevar a los negocios a quedarse «absolutamente colapsados». «Si siguen así, no podrán renovarse ni mejorar, y eso no es bueno. Necesitamos una hostelería que tenga capacidad de evolucionar de cara a las exigencias actuales del mercado», subrayó Yzuel, convencido de que la provincia granadina tiene que hacer una «fuerte reflexión»al respecto.

Además, ahora que el 'boom' de los apartamentos turísticos parece haber frenado y que la ciudad está ganando cada vez más camas en hoteles de cinco estrellas, el tipo de turista, de clientela, se verá modificado por estas nuevas opciones. De hecho, según Yzuel, «cuando la infraestructura turística ofrece alojamiento de calidad, mejora radicalmente el cliente». En esta línea, subrayó que es «buena señal» que cada vez haya más hoteles de lujo, de cinco estrellas, porque atraen a clientes con un ticket medio superior, que se quedan más noches, compran más y, sobre todo, consumen más en gastronomía, y lo hacen «esperando una mayor calidad».

El turismo gastronómico se está popularizando cada vez más Como ejemplo, Yzuel hizo referencia a la alta gastronomía del chef andaluz Ángel León, que atrae un turismo de hoteles de cinco estrellas. El ticket medio para comer en su casa es de 300 euros y acarrea mucho cliente desestacionalizadamente, fuera de la temporada turística. «Hay visitantes que vienen a Andalucía expresamente para comer en su restaurante. Eso es lo que hay que buscar, diferenciarse, ser especiales», señaló.

Siguiendo con el eterno debate, José Luis Yzuel se mostró completamente seguro de que la gastronomía granadina necesita «un cambio de actitud» para convertirse en una atracción turística real. «Granada tiene que reflexionar para avanzar. Hay que tener locales agradables, mejorar el trato a los clientes y ofrecer una carta más auténtica, que identifique a Granada», apuntó el hostelero, que admitió haber tenido cierta dificultad para encontrar opciones con productos locales.

Según él, todo el mundo se dedica a todo, no se especializa en nada y eso «es un error». «Es una pena porque aquí hay un montón de materias primas maravillosas y la clave es que la oferta gastronómica sea real. Si vas a los restaurantes más famosos, tiene que haber producto granadino, local, kilómetro cero. Tiene que haber aceite de Granada, pan de Alfacar, espárragos de Huétor Tájar... Esa debe ser la seña de identidad», afirmó.

La solución radica, por lo tanto, en un cambio de estrategia y en «una respuesta seria y formada», concluyó Yzuel, que consideró «intolerable»que Granada esté entre las últimas provincias andaluzas en valoración. «Teniendo las increíbles opciones turísticas que son la Alhambra o Sierra Nevada, hay que acompañarlas de una necesaria mejora en la oferta gastronómica», indicó.

Asimismo, «igual que intentamos mejorar la oferta, tenemos que mejorar el trato. Lo de la malafollá, con todos mis respetos, no sé si se puede presumir porque no es la manera. La gente quiere que se le atienda bien, con cariño, que el camarero sea servicial. Así que eso es algo que se debería corregir», zanjó Yzuel.