Usaban dos naves de Juncaril como laboratorio de marihuana con un consumo fraudulento de luz igual al de 95 pisos

La Guardia Civil de Maracena descubrió la pasada semana dos naves industriales en la calle Santa Fe del polígono industrial de Juncaril que hacían las veces de laboratorio de marihuana. En el interior de ambas había mil cincuenta plantas de 'cannabis sativa', así como cuatro kilos de esta planta ya seca y preparada para su venta. Las dos naves estaban alquiladas.

El valor de toda la droga incautada por los investigadores se eleva a 35.000 euros, a razón de 2.500 euros por cada mil gramos. Respecto a las plantas, de cada cien se obtiene un kilo de marihuana.

Los propietarios de la plantación de marihuana mantenían un consumo eléctrico de 250 amperios en el interior de las dos naves industriales del polígono de Juncaril. El suministro lo tenían enganchado de forma fraudulenta de la red pública y el consumo diario era el equivalente al que pueden efectuar 95 viviendas, según han comentado a este periódico fuentes conocedoras de este caso.

No es la primera vez. La Guardia Civil descubrió el pasado 23 de agosto en otra nave industrial del polígono Juncaril, en el término municipal de Albolote, un centro de producción de marihuana a gran escala e intervinieron una de las plantaciones más grandes de las encontradas en la provincia de Granada en 2019, con 1.920 plantas.

La patrulla solicitó entonces el apoyo de otras patrullas de la Guardia Civil de la zona y tras adoptar las medidas de seguridad necesarias, los agentes accedieron a la nave, comprobaron que no había nadie dentro y descubrieron dos habitaciones de unos 50 metros cuadrados cada una habilitadas para el cultivo intensivo de cannabis y que la electricidad que hacía posible el desarrollo de las plantas procedía de un enganche ilegal a la red eléctrica. La Guardia Civil intervino 1.920 plantas, 56 focos halógenos de gran potencia y sus transformadores correspondientes, y maquinaria industrial de aire acondicionado.

Otro golpe grande a la marihuana en un polígono industrial lo protagonizaron las policías locales de Chauchina, Fuente Vaqueros y Cijuela, y la Guardia Civil de San Fe tras desmantelar en el pasado mes de mayo una plantación de cannabis que parecía diseñada por un ingeniero de minas. El «huerto» ocupaba una nave del polígono industrial de Chauchina. Fue una operación policial de gran envergadura por la cantidad de droga intervenida y la complejidad «arquitectónica» del invernadero. Los narcos excavaron una galería de dos metros de profundidad y diez de largo para robar la electricidad que necesitaban para acelerar el crecimiento de 1.200 plantas de cannabis, una obra propia de las películas de fugas de prisiones teóricamente inexpugnables. La luz estaba al final de un largo túnel.

El corredor subterráneo atravesaba una calle del polígono industrial de Chauchina para enganchar los cables al tendido eléctrico y sustraer la energía que precisaba la plantación.