Los hospitales de Granada se mantienen en guardia ante una tercera ola del coronavirus

La provincia a estas alturas de 2020 ha padecido dos olas de coronavirus. Ambas en peores condiciones que en ningún otro lugar de Andalucía. De ahí que el miedo a la tercera sea casi inevitable; algo natural teniendo en cuenta el comportamiento que todavía tiene un agente infeccioso que mantiene en los hospitales de la provincia a casi medio millar de enfermos. De todos ellos, más de un centenar se encuentran en un estado de salud crítico y por tanto ingresados en unas unidades de cuidados intensivos (UCI) cuyo nivel de ocupación actual es preocupante.

Esta es la diferencia respecto a la primera ola. Tras más de dos meses de confinamiento estricto, la curva se convirtió en un valle, en una línea recta a ras de gráfico en el que el nivel de ingresos relacionados con la Covid-19 resultaba casi anecdótico. Y con los hospitales vacíos comenzó la escalada otra vez en septiembre y octubre y todo lo que ha venido después, medidas restrictivas incluidas.

Una situación totalmente diferente a la que se podría vivir después de navidades. Los prebostes de la Junta de Andalucía hablan de que se ha logrado doblegar la curva en las comparecencias públicas. Mientras lo hacen, en los centros sanitarios granadinos son más cautos. Están en guardia y preparándolo todo por si acaso el virus vuelve a repuntar en enero, momento en el que se prevé que aún haya muchos enfermos de la Covid-19 tratándose de su enfermedad.

Y con las complicaciones añadidas de un periodo en el que existen además condicionantes estacionales concretos, por ejemplo la mayor afectación de otros virus, como la gripe o el neumococo, capaces de llevar a muchas personas a frecuentar los centros sanitarios de toda índole por culpa de los síntomas que acarrean. Por todo ello, desde el Servicio Andaluz de Salud (SAS) en Granada continúan con sus planes de contingencia activos. No se quitará el pie del acelerador hasta que no llegue un tratamiento que sea efectivo.

Según ha podido saber este periódico, el hospital Virgen de las Nieves está adaptando la novena planta del antiguo Clínico para reforzar la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Habrá al menos 14 puestos más que se unirían a los que ya están disponibles en el hospital general, en el que se incluyen las zonas de reanimación e incluso la capilla, donde se instalaron 14 camas que finalmente no se tuvieron que utilizar. A estas se suman las de 'Trauma'.

En el hospital universitario Clínico San Cecilio se activó un plan de contingencia apenas una semana antes de que Granada alcanzase el pico.Era un momento muy duro, en el que las hospitalizaciones no dejaban de subir. Había más de 800 personas ingresadas, un volumen inaudito de demanda que hizo doblar habitaciones individuales y poner camas en los anchurones de los pasillos, o provocó que se iniciaran las obras de adaptación en una de sus cafeterías para también añadir este espacio a la hospitalización.

Algunas de estas medidas no hizo falta que se pusieran en marcha. Ahora bien, aunque el objetivo es recuperar poco a poco los servicios que se prestan en tiempos corrientes, todo lo que se ha trabajado en el marco de lo peor de la segunda ola no se va a desactivar. «El virus apareció de repente, pero ya volvió una vez y nos sorprendió; ahora no volverá a pasar», señalan desde el interior del hospital, donde continúa activo un plan de contingencia que también plantea hasta la instalación de módulos prefabricados para reforzar las Urgencias.

La mejoría de los datos hizo el milagro y por ello no fue necesario que se montara. Como también está logrando que se reduzca la demanda en los centros de salud que salpican la provincia. Desde los distritos sanitarios se tuvo que contratar a mucho personal. Profesionales con contratos temporales de tipo eventual que se prorrogarán mientras no haya vacuna. Al menos, así lo confirmaron fuentes de estas áreas de gestión, que esperan a que Granada pueda esquivar la tercera ola.