'El secreto escolapio', un cuento infantil de notas de voz

Sus tiernas e inocentes vocecitas se entremezclan con la cuidada narración que realiza una voz masculina adulta. La música y los efectos especiales hacen el resto. La calidad del resultado es realmente sorprendente, gracias a los guiones y conocimientos técnicos del impulsor de esta original, divertida y pedagógica iniciativa, Santi Brey, padre de una de las alumnas, la niña Eva.

Él es quien se encarga de hilvanar las frases interpretadas por los pupilos (previamente encargadas, claro) y que recibe su mujer, Alicia Rodríguez, a través de WhatsApp. Ambos, una vez recibidos todos los audios, les dan forma. Ya van a por el capítulo 13 y la idea es llegar hasta el 17. La trama son las aventuras que corren los propios alumnos en ese mundo sin par. El tono es el de míticas obras cinematográficas como 'La historia interminable' o 'Los Goonies', y el formato recuerda a las antiguas radionovelas.

Esta novedosa audioserie infantil empezó siendo un juego, una idea que surgió cuando los pequeños dejaron de ir al 'cole' y antes de que se decretase el estado de alarma. Pero al final se ha convertido en una enriquecedora y entretenida experiencia de aprendizaje.

Gracias a sus frases dramatizadas, los pequeños dan rienda suelta a sus habilidades teatrales y comunicativas y, desde que se suspendieron las clases, han podido mantener por teléfono el contacto con sus amiguitos de una forma muy especial. «Nos daba pena que perdieran el contacto, y como ellos (por sus cortas edades) no hablan por teléfono y cuando hablan se quedan callados, se nos ocurrió a mi mujer y a mí grabar un audio y montarlo con un programilla para que hablaran entre ellos y se reconocieran las voces», explica Brey.

Una vez encendida la bombilla, Santi y Ali grabaron a su pequeña y montaron el primer audio, el cual mandaron a su mejor amiga. Esta les contestó con una frase que a su vez incorporaron a la grabación primera. Luego lo mandaron a los padres y WhatsApp hizo su magia: el capítulo piloto fue todo un éxito. Y así se gestó el relato.

En el mundo mágico de Sylvanya, los niños de 2ºA de Los Escolapios tienen una misión: salvar a un personaje que se llama Kandor, al que todavía no conocen. La historia ya está diseñada y los críos tienen que pasar muchas pruebas y sortear las trampas de sus enemigos. La seño tiene un papel fijo, es el hilo conductor, quien los va guiando en función de las pistas que van teniendo.

Lo cierto es que aunque su producción lleve un notable tiempo y esfuerzo (tanto a los padres, a la hora de ensayar con sus hijos sus intervenciones, como a los encargados de recopilarlas y montarlas, Santi y Ali) la grabación ha hecho mucho más amenas estas semanas de confinamiento a sus miniprotagonistas y a sus familias, que se han metido tanto en la historia, que han querido unirse a ella.

De hecho, en el capítulo 11, padres y hermanos mayores de los 26 niños han participado con papeles episódicos. Hasta el director del propio centro educativo, Lino Ferrer, ha hecho un cameo, según desvela Santi. Y por haber, ha habido incursiones hasta de bebés con sus balbuceos indescifrables.

«El capítulo piloto duró dos minutos y pico, y el 11 duró 21 minutos», detalla Brey, que espera que esta iniciativa acabe siendo un bonito recuerdo para Eva y sus compañeros de clase. «Espero y deseo que los niños, cuando hablen de lo que pasó con el Covid, recuerden que hicieron un cuento. Y que se reconozcan cuando sean mayores, Los padres es lo que me dicen: que va a ser un regalo, para ellos, sus hermanos y sus padres», añade.

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